REDACCIÓN ELONCE
“En toda crisis, siempre hay oportunidades para algunos. Creo que Argentina tiene una oportunidad en algunos productos, no en todos”, indicó Aquiles Araus en el programa sobre lo que podría ocurrir en el país.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China dejó de ser una tensión bilateral para convertirse en un factor de inestabilidad global. Aranceles, restricciones y decisiones políticas alteraron el flujo de bienes, rompieron acuerdos históricos y pusieron en jaque las reglas del comercio internacional. Hoy, Argentina observa desde su lugar en el mapa cómo ese conflicto entre potencias impacta en su economía, a veces de forma directa, y otras a través de efectos colaterales difíciles de prever.
La reconfiguración de cadenas de valor, el aumento de costos y la incertidumbre financiera global no son temas lejanos. En regiones como Entre Ríos, el movimiento de importaciones crece, mayormente con productos provenientes de China, mientras que el mercado local empieza a sentir los efectos de un dólar oficial más alto. ¿Cómo se equilibra una economía que depende de insumos externos, pero que enfrenta trabas cambiarias, márgenes especulativos y presión inflacionaria?.
Más allá del ruido internacional, el comercio exterior argentino enfrenta hoy una tensión concreta: adaptarse a un nuevo orden global sin perder margen de maniobra en su propio mercado.
Para el programa El Ventilador, que se emite martes y jueves por Elonce de 21:30 a 23:00 horas, estuvo como invitado Aquiles Arus, presidente de Comercio Exterior de Entre Ríos.
El conflicto comercial entre Estados Unidos y China continúa siendo una de las preocupaciones centrales en el ámbito económico mundial. En una reciente entrevista, un experto en comercio exterior analizó las consecuencias de esta disputa y sus implicancias para el futuro cercano. En primera instancia, el entrevistado destacó: “Las consecuencias no las sabemos y no vamos a saber de ellas durante un tiempo. Lo que sabemos y vemos todos los días es el permanente agravio, tanto de Estados Unidos como de China”. Según el experto, las medidas unilaterales de ambos países están redefiniendo las reglas del comercio internacional, lo que podría tener efectos duraderos sobre el intercambio de bienes y servicios a nivel global.
El conflicto se agudizó cuando el expresidente estadounidense Donald Trump implementó medidas que rompieron con las pautas establecidas por la Organización Mundial del Comercio (OMC). En este sentido, el entrevistado profundizó sobre el impacto de esta decisión: “Trump hizo algo que, desde mi punto de vista, es inédito en el mundo. La organización mundial del comercio, que fija las pautas para la actividad comercial y el intercambio de mercaderías a nivel mundial, ha fijado un valor de 35% de derecho de importación como el máximo. En este mismo país, con todos los desaguisados que hemos tenido, nadie se animó a levantarlo más del 35%”. Este cambio radical en la política arancelaria estadounidense ha generado incertidumbre en los mercados internacionales, ya que deja a otros países sin un marco de referencia claro.
China responde a la agresión comercial de Estados Unidos
Por su parte, China no tardó en responder a las medidas de Estados Unidos con acciones de carácter económico que buscan afectar la economía de su contraparte. El entrevistado explicó: “Comenzó a tomar medidas con carácter económico. Por ejemplo, no le vamos a comprar a Estados Unidos tal o tal cosa”.
Entre las posibles represalias que China podría utilizar se encuentra la discriminación contra las empresas estadounidenses que operan en su territorio. “Una de las cosas que China puede complicar la vida a Estados Unidos es tratar mal a las empresas americanas que operan en China, que fabrican insumos, que tributan. Los teléfonos de Apple se fabrican en China y se arman en Estados Unidos”, señaló el experto, destacando la interdependencia económica que existe entre ambos países.
El conflicto entre las dos potencias económicas está afectando a múltiples sectores, especialmente a aquellos vinculados con la producción de bienes manufacturados. No obstante, también abre puertas a nuevas oportunidades, sobre todo para países como Argentina, que podrían beneficiarse de la reconfiguración del comercio internacional. En este sentido, el entrevistado expresó: “En toda crisis, siempre hay oportunidades para algunos. Creo que Argentina tiene una oportunidad en algunos productos, no en todos”. Por ejemplo, mencionó la situación del sector aviar en Estados Unidos, que enfrenta un brote de gripe aviar. “Si los chinos deciden no comprar productos aviar a Estados Unidos, Argentina tiene una oportunidad”, indicó.
Argentina y Entre Ríos: Oportunidades en medio de la crisis comercial global
En medio de este contexto de crisis internacional, las exportaciones de Argentina y Entre Ríos pueden encontrar nuevas oportunidades. El entrevistado mencionó que el reciente primer embarque de garras de pollo de la firma Calisa a China es una muestra de cómo la provincia de Entre Ríos puede aprovechar la situación para abrir nuevos mercados. “Esta semana se hizo el primer embarque de garras de pollo a China, de la firma Calisa. Empezaron las exportaciones a China. Trascendió poco, pero somos los despachantes de Aduana de Calisa”, celebró.
Además, el experto resaltó el potencial agroindustrial de Entre Ríos, una provincia clave en la producción de pollo en Argentina. “Entre Ríos tiene un potencial en la agroindustria, sin ninguna duda. Todo pasa por ahí, salvo honrosas excepciones de algunos productos industriales. Si bien tenemos empresas que están vinculadas con el Estado, pero de cualquier manera, la gran producción de Entre Ríos, la mayoría son productos agroindustriales, ahí tenemos que trabajar fuerte”, indicó. Según estimaciones, el 70-80% de la producción nacional de pollo proviene de esta provincia, lo que la coloca en una posición privilegiada para aprovechar las oportunidades que surjan en los mercados internacionales.
El experto también destacó la importancia de la exportación para la economía argentina. “Soy un pro exportador. Toda mi actividad laboral en mis 40 y pico de años, la he orientado siempre a la exportación porque creo que es creativa. Demanda la participación de un montón de gente y de profesionales que intervienen en un negocio de exportación”, afirmó. A pesar de las dificultades, la exportación sigue siendo un sector clave para el crecimiento económico de Argentina y de provincias como Entre Ríos, que dependen de la agroindustria para su desarrollo.
En conclusión, el conflicto comercial entre Estados Unidos y China está transformando el comercio mundial, pero también abre una ventana de oportunidades para otros países, como Argentina, que podrían ganar terreno en mercados clave. La globalización y la interdependencia económica juegan un papel fundamental en este contexto de incertidumbre, y Argentina debe aprovechar su potencial en sectores como la agroindustria para posicionarse en el comercio internacional.
