El Hospital Garrahan enfrenta una grave crisis por la falta de fondos y la partida de profesionales clave, afectando la atención de miles de niños.
En medio de una crisis sanitaria, el Hospital Garrahan, referente en pediatría en Argentina y Latinoamérica, enfrenta una grave situación económica y de recursos humanos. En declaraciones a GPS, que se emite por Elonce, Pablo Puccar, jefe del área de internación de cuidados intermedios y moderados, subrayó la gravedad de la falta de fondos que afecta la calidad de atención y la formación de nuevos profesionales. La situación se agravó por la salida de 236 profesionales del hospital, quienes optaron por migrar al sector privado debido a los bajos salarios y la falta de paritarias ajustadas a la inflación.
El Hospital Garrahan recibe un alto número de pacientes provenientes de diferentes provincias, y Entre Ríos es una de las principales. En 2022, la institución trató a 8.350 pacientes de la provincia, muchos de los cuales padecen enfermedades complejas, como leucemias de alto riesgo. Puccar destacó que "Entre Ríos tiene una muy buena medicina y muy buenos profesionales", pero muchas patologías complejas no pueden ser atendidas localmente. Por eso, "nosotros necesitamos mucho Entre Ríos y Entre Ríos también nos necesita mucho a nosotros".
A pesar de su relevancia a nivel nacional e internacional, el hospital se encuentra en una encrucijada financiera. “Estamos esperando a ver que los diputados estén a la altura de lo que está pasando", señaló Puccar, haciendo referencia al debate en el Congreso sobre la emergencia del hospital y el financiamiento necesario para garantizar su funcionamiento.
El impacto de los bajos salarios en la calidad de atención
La situación económica del hospital se ha visto especialmente afectada por la devaluación de la moneda y la falta de ajustes salariales adecuados. Puccar explicó que el gobierno nacional no ha acompañado los aumentos salariales con paritarias que respondan al contexto inflacionario. "Sabemos todos que desde el 2024 hubo una gran devaluación y eso para nosotros no fue acompañado", afirmó. Según el jefe de clínicas, la paritaria de los últimos dos años apenas cubre un 25% de la inflación, lo que ha empujado a muchos profesionales a dejar sus puestos en Garrahan.
Este éxodo tuvo un impacto directo en la calidad de atención y la formación de nuevos médicos, una de las principales fuentes de capacitación en pediatría a nivel nacional. El hospital se ve en la necesidad de enviar cartas a los legisladores para que reconsideren su postura y aumenten el presupuesto para garantizar que no se siga deteriorando la atención médica a los niños que más lo necesitan.
Cambios en el sistema de residencias: una amenaza para el futuro del hospital
Otro de los puntos críticos mencionados por Puccar es el cambio en el sistema de residencias médicas. En lugar del modelo tradicional, que permitía a los médicos jóvenes formarse de manera rigurosa y oficial, el gobierno reemplazó este sistema por becas informales, lo que generó un gran malestar entre los profesionales. Puccar destacó que “ese sistema que venía desde el 79 lo rompieron. Inexplicable, porque no hay una explicación de por qué lo hicieron”.
Las nuevas becas no ofrecen los mismos beneficios que el sistema de residencia, que incluía aportes jubilatorios y un reconocimiento oficial. Según Puccar, este cambio está afectando no solo a la calidad de la formación médica, sino que también podría llevar a una mayor precarización del sistema de salud público. "Un residente es un médico que ya hizo 8 años de carrera y ya tiene una matrícula", explicó. Este modelo, que había sido un referente en toda Latinoamérica, ahora está siendo reemplazado por un sistema menos atractivo para los futuros médicos.
Con estos cambios, el Hospital Garrahan corre el riesgo de perder su lugar como referente de formación médica, y su capacidad para atraer nuevos talentos podría verse gravemente reducida.
¿Qué futuro le espera al Hospital Garrahan?
El futuro del Hospital Garrahan depende de decisiones clave que se tomarán en los próximos días, mientras el Congreso discute la asignación de fondos. Puccar enfatizó que no se trata de una cuestión de "equilibrio fiscal", sino de una "decisión ideológica y de gobierno" sobre si se va a sostener o no el hospital. A pesar de las críticas a la administración actual, Puccar mostró su esperanza de que el hospital continúe siendo un referente para el país y la región.
“Nosotros seguimos trabajando a pesar de todo esto, pero necesitamos un apoyo real para continuar brindando atención de calidad a todos los niños, especialmente a los de Entre Ríos”, concluyó. Los próximos pasos, en función del presupuesto asignado, definirán si el Hospital Garrahan puede superar esta crisis o si el sistema de salud pública argentino perderá una de sus instituciones más emblemáticas.