Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Sociedad Cuando la tecnología y la solidaridad confluyen

A una joven que vive en Paraná le imprimieron en 3D una mano ortopédica

Solene es francesa pero vive en Paraná desde hace unos años. Nació sin su mano derecha. Gracias a la tecnología y a una impresora 3D logró tener una mano ortopédica. La prótesis funciona con movimientos de los músculos de la muñeca.

4 de Julio de 2014
El Diario
El Diario

Solene es francesa pero vive en Paraná desde hace unos años. Nació sin su mano derecha. Gracias a la tecnología y a una impresora 3D logró tener una mano ortopédica. La prótesis funciona con movimientos de los músculos de la muñeca.

El sábado irá a remar por primera vez en su vida. Solene ama los deportes, sobre todo al aire libre, pero nunca antes pudo remar en un bote porque por una malformación congénita le falta su mano derecha.

Esa carencia está siendo compensada gracias a los milagros de la tecnología: en Buenos Aires le imprimieron en 3D una mano ortopédica que le permitirá realizar cosas que nunca antes pudo.

Solene es francesa, nieta de un argentino. De ahí su vínculo entrañable con nuestro país. En febrero de 2001 llegó a Buenos Aires, con un pasaje abierto por seis meses, pero se quedó un tanto más, fascinada por el modo de vida y las costumbres criollas.

En 2005 debió regresar a París para cuidar de su madre enferma y también para continuar sus estudios de realizadora visual.

Luego, en 2010, falleció su mamá y ella terminó sus estudios y fue cuando decidió volver a nuestro país.

El contacto con algunos amigos la llevó a Colón un par de veces. Allí surgió un proyecto de trabajo para fotografiar El Palmar y se quedó un año.

Después, se trasladó a vivir a Paraná. Acá trabaja en la ATER, en la Editorial de la Universidad Nacional de Entre Ríos y en la Universidad Nacional del Litoral. “Laburo en varios lugares”, señaló a El Diario.

Por ello, este aporte que ha llegado a su vida, casi de ciencia ficción, le brindará soluciones a un sinnúmero de problemas cotidianos.

“Nací con una mano diferente, chiquita, incompleta. Es la mano derecha”, cuenta y describe. Pero siempre se adaptó a las situaciones, por más difíciles que parezcan. Aprendió a manejarse. Se especializó en fotografía y en el manejo de imágenes. Pero siempre en circunstancias un poco más adversas que el resto.

Ella sabía que existían prótesis en el mercado que podían simular una mano humana pero son excesivamente caras e inalcanzables para sus posibilidades económicas.

“Una prótesis que no fuera fija, como yo quiero, cuesta alrededor de 40.000 dólares”, estimó.

Por eso, no se permitía ni siquiera soñar con algo parecido.

Hasta que en Internet vio un video en el que se mostraba cómo una impresora 3D podía crear una mano artificial.

“La compartí en Facebook y les pedí a mis amigos que si alguien sabía de la existencia de una impresora así en Argentina que me avisara”, relata.

Poco después, un amigo de Buenos Aires le dio la noticia de que efectivamente eso existía en la Capital. Se hicieron los contactos en enero y poco tiempo después ya estaban diseñando su mano a medida.

El sábado viajó a buscarla. Lo primero que hizo fue saludar dando la mano. Luego, tomó un vaso de agua.

“También lloré, aunque me había prometido no hacerlo”, confiesa.

“Es como un guante –precisa- Te la sacás y te la ponés cuando la necesitás. No quería algo fijo”, insiste.

Por la diferencia en el largo de los miembros (en el brazo derecho tiene casi 15 centímetros menos), sufre dolores posturales al estar varias horas por día sentada frente a una computadora.

La prótesis le brindará también una solución a esas dolencias.

“Funciona con movimientos de los músculos de la muñeca. Son movimientos a los que no estoy acostumbrada, así que me voy a tener que adaptar y ejercitar”, señala.

“El sábado voy a ir a remar. Es un evento importante para mí porque nunca tuve esa posibilidad. Es la primera vez que voy a remar”, se entusiasma.

También, va a comenzar a llevarla a su trabajo y probará si le será posible tipear en la computadora.

De ahora en más, tiene que entrenarse en todas sus actividades, insistir, ensayar, adaptarse a estas nuevas posibilidades.

 

La impresión

En agosto del año pasado abrió sus puertas el 3D Lab Fab&Cafe en Palermo, un espacio con impresoras 3D disponibles para que cualquiera pueda conocer cómo funcionan e incluso crear sus propios objetos o emplear diseños preexistentes en sitios web.

En ese lugar se imprimió las manos de Solene y de Felipe, un niño de 11 años que también nació sin una mano. Ambos son los primeros casos de la Argentina que accedieron a ese tipo de prótesis.

Tubaro, Pérez Weiss y el estudio de diseño Dtres avanzaron hasta conseguir reemplazar una prótesis que puede llegar a costar 40.000 dólares por una que a lo sumo tiene un costo de 4.000 pesos. Pero a Solene no le costó un peso porque sus realizadores se la donaron a cambio de que ella la probase y les fuese marcando sus limitaciones o deficiencias.

El prototipo inicial estuvo basado en uno de licencia abierta, cuyos “planos” estaban alojados en el sitio Thingiverse. De ahí que pudieron descargarlo, modificarlo y mejorarlo según su criterio.

Ese prototipo estuvo diseñado para una persona de Sudáfrica y su creador lo puso en Internet con el objetivo de que cualquiera que lo necesitase pudiese usarlo.

Parece ciencia ficción, pero es una tecnología que hoy está disponible, que está viviendo un boom de uso, y que está cambiando el mundo, pieza por pieza: es un equipo que ocupa parte de una mesa y un rollo de hilo plástico. E imprime objetos, tridimensionales, palpables y utilizables: la carcasa de un teléfono celular o las piezas del complejo engranaje de un juguete pueden ser creadas sin dificultad alguna en una oficina, sin necesidad de coordinar envíos costosos de modelos y maquetas a estudios de diseño en Europa.

Con la ayuda de una computadora, un software de diseño y una máquina creada usando patentes de uso libre, una empresa argentina se anima a fabricar las famosas impresoras 3D, que poco tienen de impresoras tradicionales: no dejan tinta sobre un papel, sino creaciones precisas de piezas cuyo único límite es la imaginación que tenga el dueño del equipo.

El mundo de la impresión 3D es tan amplio y nuevo que nadie es capaz de decir hasta dónde llegará.

¿Qué es la impresión 3D? Es el proceso de convertir gráficos 3D en objetos físicos. Se diferencia de la tradicional ya que en lugar de imprimir sobre una superficie plana, en la 3D se crea un objeto con volumen.

Casas, una prótesis similar a la de Solene, y la cara de un hombre son algunas de las últimas novedades dentro del mundo de la impresión 3D, un espacio donde suele reinar además la libertad para copiar objetos e incluso las mismas impresoras.

Seguí las noticias de Elonce.com en Google News Seguinos en Google News

Comentarios

Tu comentario ha sido enviado, el mismo se encuentra pendiente de aprobación... [X]
Avatar
600
Avatar
ver más
El comentario se encuentra deshabilitado

Denunciar comentario

Spam o contenido comercial no deseado Incitación al odio o a la violencia, o violencia gráfica Acoso o bullying Información errónea
Cancelar Denunciar
Reportar Responder
Tu comentario ha sido enviado, el mismo se encuentra pendiente de aprobación... [X]
Avatar
600
Respuestas
Ver más respuestas
Ver más comentarios
IMPORTANTE: Los comentarios publicados son exclusiva responsabilidad de sus autores Elonce.com se reserva el derecho de eliminar aquellos comentarios injuriantes o discriminadores.

Teclas de acceso