REDACCIÓN ELONCE
La comunidad universitaria y sindicatos, como SITRADU, celebraron la reversión de un veto clave a nivel nacional, un triunfo atribuido directamente a la "presión en la calle”.
El triunfo en el Congreso fue el resultado de semanas de movilización y visibilización. Sofía Cáceres, quien junto a otros docentes y estudiantes siguió la sesión desde la Casa de Gobierno de Paraná, enfatizó que la insistencia popular fue la clave para la presión en la Cámara alta. "Nosotros desde las 12:00 nos convocamos acá frente a Casa de Gobierno para hacer una olla, intervenciones artísticas y una ronda para de discusión de la universidad y demás", detalló Cáceres.
Si bien la ley lograda no resuelve todos los problemas, la militancia sindical consiguió un avance significativo que pone en evidencia la efectividad de la protesta. Cáceres celebró la victoria, pero con cautela: "Esta ley no es todo lo que quisiéramos pero es un gran avance si se aplica" y agregó que el logro se debe a "lo que logramos hoy que tiene que ver con esta presión a la calle que nosotros venimos haciendo".
El contexto de esta lucha es un gobierno "decidido a desfinanciar" las universidades. La militante de SITRADU expuso la dramática situación salarial, que se ha profundizado en el último año. "nosotros venimos denunciando que venimos cobrando salarios de pobreza, más del 70% cobramos por debajo de una canasta, por ejemplo," lamentó Cáceres, citando aumentos irrisorios del "1% espaciados" y la falta de paritarias, ya que el gobierno no recibe a los sindicatos desde el año pasado.
Modelo privatista y un recorte "brutal" en el presupuesto 2026
Para los trabajadores universitarios, la política económica actual responde a un modelo ideológico que busca reducir la educación pública a una opción para unos pocos. La lucha, por tanto, no es solo salarial, sino por el acceso a derechos fundamentales.
Cáceres fue crítica con la visión del gobierno libertario: "entendemos que este gobierno tiene un modelo privatista de la universidad”. Este modelo choca de frente con el espíritu de la universidad pública, que docentes, estudiantes y no docentes buscan defender como un espacio "abierto para todo el mundo" y que debe ser, de hecho, "más gratuita" para que los estudiantes no deban preocuparse por el costo de la vida.
A pesar de la victoria en el Senado, el futuro presupuestario es sombrío. Cáceres alertó sobre un "un recorte brutal, de más de 40.000 millones para el presupuesto de la universidad pública," denunció, señalando que el desfinanciamiento de la Universidad Pública continuará de manera estructural.