REDACCIÓN ELONCE
El pionero del rock nacional se presentó en la capital entrerriana tras una larga ausencia. En diálogo con Elonce, habló de su vínculo con el público, la importancia de girar y su forma de componer.
El reconocido músico y compositor Lito Nebbia se presentó anoche en el Teatro 3 de Febrero de Paraná, brindando un show cargado de emociones y recuerdos. En la previa, dialogó con Elonce y compartió reflexiones sobre su carrera, la conexión con el público y su constante evolución artística.
“Hace muchísimo tiempo que no visitaba Paraná. Además, estuve un año sin tocar porque tuve un accidente en la pierna y en el brazo”, comentó Nebbia, quien se mostró emocionado de reencontrarse con el escenario paranaense. “Tengo un buen recuerdo del Teatro 3 de Febrero”, aseguró.
El artista repasó clásicos de su repertorio, aunque admitió que siempre quedan canciones afuera: “El público recuerda las canciones más viejas y toco de todo un poco, pero siempre alguna queda afuera”.
Giras, composición y vínculo con el público
Sobre el sentido de sus presentaciones en vivo, Nebbia expresó: “Hay que viajar; el músico, si no viaja, no puede vivir. El alimento espiritual es tocar y hay que hacer conocer la música, especialmente cuando uno toca lo que escribe, no lo que está de moda”.
“Es muy gratificante saber que al público, con mis canciones, le llevo generosidad, cariño y afecto. Sin eso, las canciones no serían absolutamente nada”, reflexionó. “Tengo la suerte de que en cualquier lugar por el que ando, aparece alguien que me dice que tiene algún recuerdo vinculado a alguna canción de una época”.
Con más de 1.400 canciones escritas, Nebbia confesó que no tiene una preferida. “Uno tiene etapas, y con mis canciones, cada tres o cuatro años evoluciono hacia otro lado con sonidos, nuevas mezclas y otra dirección en la masterización final de un disco”.
“Las letras son la vida misma que va pasando, y cronológicamente uno va contando cosas; la música es un fluir que uno no sabe de dónde viene”, añadió el artista, considerado uno de los pilares del rock nacional.
Finalmente, recordó sus inicios: “Grabé mi primer disco, con mi primera banda, a los 15 años. Es un pilón”, bromeó, y concluyó: “No escucho los motes que me puedan poner. Lo que importa es el trabajo diario y constante”.