REDACCIÓN ELONCE
La comunidad socioambiental de Paraná se reunió este domingo en la Plaza de las Naciones (Puerto Viejo) para celebrar el 28º aniversario de la Ley Antirrepresa (9092/97).
La comunidad socioambiental de Paraná se reunió este domingo en la Plaza de las Naciones (Puerto Viejo) para celebrar el 28º aniversario de la Ley Antirrepresa (9092/97), una conquista histórica que prohibió la construcción de represas en los ríos entrerrianos. El "Encuentro por los Ríos Libres" fue convocado por el Colectivo Corazón de Curupí y sirvió, a la vez, como una advertencia ante las nuevas amenazas de privatización y la injerencia extranjera sobre el río y el agua potable.
Por un lado, el activista Luis "Cosita" Romero, uno de los promotores de la gesta original, recordó que hoy se festejan "los 28 años de la ley anti Represa". El nacimiento de esta normativa en 1997 fue una respuesta directa a un proyecto de inversión de 5.000 millones de dólares que buscaba entregar el río Paraná a un consorcio de empresas. La movilización social, que incluyó una remada de 1.000 kilómetros y la participación de escuelas y universidades, culminó con la aprobación legislativa. Romero enfatizó la victoria histórica: la Ley Antirrepresa fue aprobada "por unanimidad la protección del río Paraná Uruguay y Gualeguay prohibida la construcción de Represa hidroeléctrica".
La clave de esta normativa es su origen profundamente democrático y popular. Luis Romero señaló que la ley sentó un precedente a nivel mundial, ya que fue "un estado provincial [que] saca una ley pero empujada desde la sociedad eso fue lo más increíble". Este logro de la sociedad civil fue blindado jurídicamente en la reforma constitucional provincial.
Enzo Culasso, experto en derecho ambiental, confirmó que la Ley 9092/97, que es una "ley única en el mundo después fue llevada a la constitución provincial en la reforma del año 2008". Esta reforma no solo declaró la libertad de los ríos, sino que también prohibió la privatización del suministro de agua potable y declaró el acceso al agua como un derecho humano fundamental.
La amenaza de la reprivatización y el factor geopolítico
A pesar de la histórica protección legal, los activistas alertaron que las amenazas a la soberanía del río vuelven a manifestarse en el contexto político actual. Romero advirtió que "nuevamente cuando se dan estos tiempos políticos nuevamente viene una entrega la privatización del río Paraná a profundizarlo a secar los humedarios". El activista recordó que el Colectivo Corazón de Curupí ya remó 1.200 kilómetros en los últimos meses para alertar sobre estos riesgos.
Enzo Culasso identificó las similitudes con la década de 1990, señalando el proceso de licitación para la reprivatización de las Vías Navegables Troncal del Paraná y, en particular, el acuerdo con Estados Unidos. Estas acciones rememoran la amenaza de la mega-represa. Culasso alertó sobre el impacto geopolítico: "cuando Estados Unidos pisa un territorio no lo hace para beneficiar a ese territorio, sino para beneficio propio en detrimento de los derechos de la población".
A esto se suma la amenaza a las reservas de agua dulce del país, especialmente con el reciente acuerdo de 11 provincias con la empresa israelí Mekorot. Culasso enfatizó la gravedad de la situación, mencionando que Mekorot está "acusada de generar una parte y del agua en Palestina". Para el experto, esta conexión con el presente es vital: "tener esta memoria y conectarlo con el presente nos generará una identidad que En definitiva, nos permita defender mejor lo que es nuestro."
Entre Ríos: reserva estratégica y la defensa de la identidad
La defensa de los ríos entrerrianos es estratégica a nivel nacional e internacional, debido a la inmensa reserva hídrica que posee la provincia. Culasso recordó que "por Entre Ríos circula cerca del 85% del agua líquida superficial que hay en Argentina sino que estamos asentados sobre la segunda reserva de Agua Dulce del mundo, que es el acuífero guaraní." Defender este patrimonio es clave para el futuro de las próximas generaciones.
El "Encuentro por los Ríos Libres" fue organizado por el colectivo Corazón de Curupí y la Fundación Ecourbano, representada por Ireí Berduc. La jornada se concibió como una celebración cultural y educativa de la identidad ligada al agua. Berduc explicó que el propósito fue "generar este ensamble de formas de talleres de feriantes y poder Mostrar toda esa diversidad que es el río y que representa toda la cultura entrerriana y del agua".
La plaza se llenó de vida con actividades que conectaron a la comunidad con las tradiciones y la ecología. Hubo feriantes con productos agroecológicos y apícolas, y se realizaron talleres didácticos. Berduc detalló las actividades culturales: "Hubo talleres de yuyos donde se contó un poco sobre las medicinas ancestrales" y "también hubo un taller de percusión sobre ritmos locales y regionales." El mensaje final de la jornada fue un llamado a la conciencia y la identidad, sintetizado por Enzo Culasso: "hay que defender nuestra identidad y nuestra calidad de vida".
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