La feria organizada por la Fundación Arcoiris se desarrolla hasta las 19 con prendas accesibles. Su referente, Mirta Sotier, cuenta a Elonce que el 27 de septiembre inaugurarán la “casita”, un espacio de alojamiento para familiares de niños en tratamiento oncológico en el hospital San Roque.
La Fundación Arcoiris realiza este sábado una feria solidaria que se extiende hasta las 19 horas con el objetivo de recaudar fondos para sostener sus proyectos comunitarios. En el encuentro se ofrecen prendas de invierno y de media estación con precios que no superan los $2.500, además de artículos donados por vecinos.
La referente de la entidad, Mirta Sotier, expresa a Elonce: “Estamos muy contentos. Hoy sábado estamos hasta las 19 de corrido, con todo lo que es prendas de invierno a 2.500 como máximo. Ya tenemos ropa de media estación, ropa de verano, y antes que nada queremos agradecer a la gente que confía en nosotros y que nos ha donado todas estas prendas”.
Inauguración de la casita
Sotier anuncia que el próximo 27 de septiembre se realizará la inauguración de la denominada “casita”, un espacio destinado a alojar a familiares de niños del interior que reciben tratamientos hematooncológicos en el hospital San Roque. “Es un sueño que se está por cumplir. Ayer nos dijeron que la obra ya estaba terminada y ahora queda embellecerla, ponerle color y que sea realmente ese hogar que los niños necesitan sentir lejos de su casa”, señala.
La inauguración será a las 17 horas y se combinará con la celebración de los 19 años de la Fundación Arcoiris. “Va a ser un doble festejo. Queremos convidar a todos con un pedacito de torta de cumpleaños y, sobre todo, ofrecer a las familias la tranquilidad de contar con un lugar donde descansar, darse un baño o preparar un alimento para volver renovados al cuidado de sus hijos”, detalla Sotier.
El esfuerzo detrás del sueño
La referente recuerda que la casa, que pertenece al hospital San Roque, se encontraba en estado de deterioro. “Cuando nos preguntaron si nos podíamos hacer cargo estaba totalmente destruida. Pensamos que no íbamos a poder hacerlo, pero los voluntarios dijeron que íbamos a intentarlo. Así surgió la idea de hacer la feria, comenzamos con poquitas cosas y la gente se fue sumando con donaciones”, relata.
El espacio cuenta con 34 metros cuadrados distribuidos en subsuelo, comedor y cocina, además de habitaciones con capacidad para albergar a dos familias. Un mural artístico, que ya comienza a realizarse, embellece el frente. “Nosotros simplemente somos un puente de colores. Sin la gente, sin el amor y sin el deseo de ponerse en el lugar de alguien que lo necesita, sería imposible haberlo hecho”, remarca Sotier.
La Fundación agradece a quienes colaboran con ropa, muebles, sábanas, colchones y artículos de blanco. “Todo esto es gracias a la gente y gracias a los medios que siempre nos ayudan. Es importante que quienes donan sepan cuál es el fin y que lo que entregan llega realmente a quienes lo necesitan”, concluye Sotier.
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