El mago británico David Copperfield se quedó sin su truco más famoso. Es que debió revelar cómo hacía desaparecer a 13 personas y las hacía aparecer en otro lugar porque fue demandado por un espectador que se accidentó.
Copperfield contó como hace: utiliza una cortina, esconde a los participantes detrás y luego un ayudante los hacía pasar por un túnel hacia otro lado.
Hoy gracias a la demanda de un británico llamado Gavin Cox la ilusión desapareció por completo.
"Era un pandemonium total. No sabías donde estabas. Estaba oscuro", dijo Cox, quien se resbaló mientras se desplazaba por el túnel y se dio un golpe que le provocó una dislocación del hombro. Sucedió durante un show en Las Vegas, Estados Unidos.
Luego vio la veta monetaria y afirmó en un juicio que la caída le había producido daños irreversibles en el cerebro y una enfermedad parecida al Parkinson.
A Copperfield se le arruinó un truco que viene practicando más de 15 años.