Roma fue este sábado el epicentro del mundo con el impresionante funeral del papa Francisco, que reunió a más de 200.000 personas y a delegaciones de todo el planeta. Desde la madrugada, miles de fieles se congregaron para despedir al Pontífice, quien falleció el lunes pasado tras impartir su última bendición en la Pascua.
La misa de exequias, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, repasó la vida y el pontificado de Francisco, definido como "un Papa entre la gente, con el corazón abierto a todos". En su homilía, el cardenal resaltó su dedicación a los más vulnerables, su impulso a una Iglesia abierta y su constante llamado a la paz frente a las guerras del mundo.
Con una Plaza de San Pedro colmada, la ceremonia combinó el protocolo tradicional con gestos profundamente humanos: helicópteros sobrevolando, vallas de seguridad, y un pueblo que, pese al calor, resistió bajo el sol para dar su último adiós.
"El Papa Francisco eligió recorrer el camino de la entrega hasta el último día de su vida, siguiendo las huellas del Buen Pastor", dijo Re, mientras recordaba su estilo cercano, su pasión por la misericordia, su defensa de los migrantes y su lucha contra la "cultura del descarte".
En medio del rito solemne, líderes mundiales como Emmanuel Macron, Volodimir Zelenski, Donald Trump y Javier Milei, compartieron saludos de paz. La misa, celebrada en latín con oraciones en varios idiomas, culminó con la "Valedictio" y el responso final, mientras un viento súbito movía las páginas del Evangelio sobre el ataúd, evocando el funeral de San Juan Pablo II.
La homilía también resaltó la dimensión misionera del pontificado de Francisco, su impulso a una Iglesia como "hospital de campaña", su constante llamado a la fraternidad, y su legado en encíclicas fundamentales como Laudato Si' y Fratelli Tutti. "Misericordia y alegría del Evangelio fueron dos ejes de su camino", recordó Re.
El emotivo adiós finalizó con una súplica entonada por patriarcas orientales, uniendo Oriente y Occidente en un mismo clamor de esperanza. El pueblo, conmovido, respondió con un largo aplauso mientras el féretro de Francisco era retirado, en un último gesto de amor hacia quien fue, hasta el final, el Papa de todos. (con información de La Nación)
