“Se produjeron daños monumentales en todas las instalaciones nucleares de Irán”, sostuvo el presidente de EEUU tras los ataques del fin de semana. Alertan que el cierre del estrecho de Ormuz sería “extremadamente peligroso”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó el ataque a múltiples instalaciones nucleares en Irán. En una declaración oficial, el mandatario aseguró que los bombardeos cumplieron sus objetivos estratégicos: “Se produjeron daños monumentales en todas las instalaciones nucleares de Irán, como muestran las imágenes satelitales. ¡Destrucción es un término preciso! La estructura blanca que se muestra está profundamente incrustada en la roca, con incluso su techo muy por debajo del nivel del suelo y completamente protegida de las llamas. Los mayores daños se produjeron muy por debajo del nivel del suelo. ¡En el blanco!”.
El anuncio, acompañado por imágenes satelitales difundidas por la Casa Blanca, mostró cráteres y daños en sitios subterráneos que, según analistas, formarían parte del complejo nuclear iraní en Natanz y Fordow. Aunque el Pentágono no detalló el número de misiles utilizados ni la participación de aliados, se confirmó que la operación fue "quirúrgica" y apuntó a reducir la capacidad de enriquecimiento de uranio de Irán.
La decisión ha encendido alarmas en la comunidad internacional. La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas, fue enfática al señalar las implicancias del posible cierre del estratégico paso marítimo en el Golfo Pérsico: “El cierre del estrecho de Ormuz, un paso fundamental para el tránsito de barcos petroleros, sería extremadamente peligroso”, afirmó desde Bruselas.
Reacciones internacionales y temor a una escalada militar
Al llegar a una reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la UE, la alta funcionaria estonia añadió: “No es bueno para nadie”, subrayando el potencial impacto económico global y los riesgos de un conflicto regional. Analistas europeos temen una respuesta directa de Teherán que pueda interrumpir el comercio energético o involucrar a aliados como Israel, Arabia Saudita o incluso Rusia.
Mientras tanto, en Estados Unidos, miles de personas se movilizaron en distintas ciudades para expresar su rechazo a la ofensiva militar ordenada por Trump. Las protestas, coordinadas por grupos como el Partido por el Socialismo y la Liberación, la Coalición ANSWER y el Consejo Nacional Iraní Estadounidense, denunciaron la ilegalidad de la operación. Desde Times Square en Nueva York hasta la Casa Blanca en Washington D.C., también en ciudades como Los Ángeles, Austin, Cincinnati, Chicago y Portland, los manifestantes levantaron sus voces contra lo que consideran un acto de agresión injustificado.
Según la página oficial de ANSWER, “el bombardeo no provocado de Trump contra las instalaciones nucleares iraníes es un auténtico crimen de guerra. Viola la Carta de la ONU, el derecho internacional y la Constitución de Estados Unidos. Amenaza con poner en marcha una guerra regional o incluso mundial con víctimas masivas, radiación nuclear y consecuencias catastróficas”.
Crecen las críticas internas y se anuncian nuevas protestas
Las críticas no solo se concentran en las calles. Organizaciones civiles y líderes políticos también condenaron la falta de supervisión legislativa en la toma de decisiones militares. “El presidente Trump tomó su fiel decisión sin la aprobación del Congreso, a pesar de que desencadenará graves represalias de Irán y pondrá a los soldados estadounidenses directamente en la línea de fuego. No se hizo en respuesta a ninguna amenaza inminente”, declaró Etan Mabourakh, gerente de organización del Consejo Nacional Iraní Estadounidense.
Grupos pacifistas y expertos en relaciones internacionales advirtieron que la escalada podría tener un alto costo humano y diplomático, además de alterar el equilibrio de poder en Medio Oriente. Las organizaciones convocantes han anunciado nuevas protestas para los próximos días, incluida una marcha nacional prevista en Washington D.C. el 28 de junio.
En medio de este clima de alta tensión, la Casa Blanca no ha confirmado si se contemplan nuevas acciones militares, mientras el mundo observa con creciente preocupación el desarrollo de los acontecimientos en la región. Las consecuencias de este ataque podrían reconfigurar el tablero geopolítico global y poner a prueba los mecanismos de contención diplomática.
Más noticias
