REDACCIÓN ELONCE
La Escuela Normal “José María Torres” fue escenario del primer encuentro de teatro comunitario, una jornada llena de relatos locales, intercambio cultural y participación vecinal.
La ciudad de Paraná fue sede de una celebración cultural que llenó de arte, memoria e identidad a la comunidad: el primer encuentro de teatro comunitario, que tuvo lugar en la Escuela Normal “José María Torres”. Organizado por la biblioteca Caminantes, el evento reunió a vecinos y vecinas de todas las edades, provenientes de diferentes localidades, con el objetivo de compartir y visibilizar historias propias de sus territorios.
“Es organizado por la biblioteca Caminantes, que tiene un elenco de teatro comunitario y dos grupos más que son de La Clarita y de Santa Elena”, explicó Paula, una de las organizadoras del encuentro, quien remarcó el valor del trabajo colaborativo y la inclusión intergeneracional en la práctica teatral comunitaria.
La jornada comenzó por la mañana, desde las 10 hasta las 13 horas, con una charla abierta y un espacio de intercambio entre los diferentes grupos participantes. “Se desarrolló una charla y un espacio de intercambio”, indicó Paula, quien además se refirió al espíritu del encuentro como una oportunidad para fortalecer los lazos comunitarios a través del arte.
Teatro para contar lo propio
El teatro comunitario es una manifestación artística que surge desde las bases de la sociedad, generando espacios de expresión que valoran la diversidad y la historia local. “Es construcción en los barrios de parte de vecinos y vecinas de todas las edades, desde la niñez hasta la tercera edad, que quieran participar para contar historias que hacen a la identidad local”, sostuvo Paula, destacando la esencia participativa y transformadora de esta práctica cultural.
El evento se pensó como un puente entre comunidades, en el que cada elenco pudiera compartir sus vivencias a través de pequeñas puestas en escena que reflejan sus realidades, anhelos y recuerdos colectivos. Las actividades vespertinas comenzaron a las 17 horas y se trasladaron a la Casa de la Cultura, ubicada en calle 9 de Julio y Enrique Carbó.
“Nos van a contar un pedacito de sus historias”, expresó Paula con emoción, anticipando lo que sería una tarde de presentaciones cargadas de sensibilidad y compromiso comunitario. Las obras se presentaron hasta las 22 horas, en un ambiente festivo donde la palabra, el cuerpo y la memoria se transformaron en herramientas de encuentro.