Mariana Genesio Peña es una actriz y modelo cordobesa que provocó interés mediático por ser la pareja de Nicolás Giacobone, ganador del Oscar al Mejor Guión Original por "Birdman". En la nota, cuenta su historia de vida.
El nombre de Mariana Genesio Peña (35) puede que, de entrada, no diga mucho. Sin embargo, esta actriz y modelo trans pasó a estar en la mira mediática el mismo día en que su pareja, el guionista argentino Nicolás Giacobone, recibió el Oscar al Mejor Guión Original por Birdman (en sociedad con Armando Bo y Alejandro González Iñárritu, director de la cinta, a su vez).
En cuanto comienza a revisar su vida, es notable como hoy, algunas fantasías infantiles, se han vuelto tan reales... "Desde chica supe que quería ser una mujer", le confesó a Caras. "Y cada vez que jugaba con mis amiguitos del barrio, les decía que mi nombre era Mariana. Durante la siesta juntaba sillas una atrás de la otra para hacer como que estaba en una limusina y así recrear la escena de El Guardaespaldas en la que Whitney Houston llega a la entrada de los Oscars. O armaba escenarios en el patio de mi casa e imitaba a Madonna o a Xuxa."
Y enseguida detalló cómo tomó la decisión más trascendental de su vida. "En el primer año del secundario conocí a mi mejor amigo, Fernando. Era gay y le gustaba la actuación. Enseguida congeniamos (...) Un día, en un recreo, me acomodé el pelo y me dice: 'Vos, cuando mirás a alguien, en tu mirada se ve una mujer. Tendrías que hacer que la gente te llame Mariana todo el tiempo.' (...) Casi al final del secundario, cuando comenzaba a salir a bailar, la gente me confundía con una mujer."
En estos casos, un capítulo aparte es cómo se lo digo a mis padres. "Empecé a pedirles a mis amigos que, cuando llamen a casa, me digan Martian como apodo en vez de Mariana, para no incomodar a mis padres. En primer día de clases, en segundo año de la facultad de lenguas, un profesor comenzó a tomar lista y cuando dijo mi nombre de nacimiento no le contesté. Sentí que la cara se me ponía violeta de vergüenza, todos se dieron cuenta de que se refería a mí (...) Fue el último día que tuve vergüenza de decir quién soy."
Para blanquear, al final, cómo empezó su historia con su relación con Nicolás. Dice que justo cuando trataba de decidir si lo mejor era volverse a su Córdoba natal o seguir intentando en Buenos Aires, estaba en un bar y "en un momento entra un hombre con un libro gordo en la mano. Nos miramos mutuamente, mucho. El sale del bar, vuelve a entrar y se me acerca muy nervioso. Yo le miré el libro y pensé: ¡sonamos, es un testigo de Jehová que me viene a predicar la palabra del señor! Pero no, se acercó para invitarme un café. Yo acepté y comenzamos a charlar sin parar, pasan las horas y seguíamos ahí. Salimos de la confitería, fuimos al teatro y a cenar a la salida. Al otro día fuimos a ver Vicky Cristina Barcelona (de Woody Allen) y desde ese día nunca más nos separamos."
