Adabel Guerrero se luce cada noche en "Stravaganza", en Carlos Paz. Cuenta cómo es vivir bajo una fuerte exigencia física y sobre sus planes de retomar Psicología. “Cuando dominás el cuerpo dominas la mente”, afirma.
Si bien Adabel Guerreo es aún muy joven, dentro del ambiente artístico la bailarina de Stravaganza ya se ha consolidado como toda una figura. En esta temporada, Adabel demuestra su gran evolución artística y física. "Todo el tiempo uno quiere dar algo más y cada temporada yo voy sumando cosas. Este año sumé algunas dificultades como bailar en tacos arriba de la plataforma inclinada y de ahí tirarme a la pileta y luego seguir bailando, una locura. La primera vez se me quebraron los tacos, pero la idea es sumar siempre alguna dificultad", explica Adabel.
-¿Sentís esto de ser una figura consolidada ya?
- Me emociona que piensen que ya estoy consolidada y siento que me gané un lugar. A veces me dicen estrella, pero yo no me siento así. Estrellas son Flavio Mendoza o Flor de la V. Si Dios me lo permite yo camino hacia allí, pero me falta un larguísimo recorrido. Con Stravaganza di un paso.
-Llegás con Stravaganza, ¿qué tiene de nuevo el show con respecto al anterior?
-Tenemos figuras nuevas como Christian Sancho, Flor de la V y Nicolás Scarpino y obviamente tuvimos que adaptar algunos cambios. Además se sumó el problema de las coreografías con Romina Propato y entonces Facu Mazzi cambió todo. La estética del show, la esencia de cuadros y la música es la misma, pero está muy renovado. Obviamente es Stravaganza, estados del tiempo, por eso no estamos estafando a nadie prometiendo algo absolutamente nuevo. Stravganza siempre vale la pena verlo de nuevo, porque hay tanto arriba del escenario, que uno ve cosas distintas todo el tiempo. Es tan impactante el show, que podés verlo muchas veces.
-¿Cómo te llevas con el riesgo físico que supone el espectáculo?
-Hace dos años, cuando empecé, yo no hacía ni una vuelta carnero y realmente entraba en pánico antes de salir a escena. El riesgo es muy grande; pensá que podés lastimarte y encima hacer un papelón. Me llevó dos años hacer el show para hoy poder salir, sabiendo de los riesgos y siempre con respeto a la altura, pero con una confianza que antes no tenía. ¡Antes tenía vértigo, por ejemplo! Pero lo superé.
-¿Se puede superar el vértigo o es sólo no pensar?
-Se supera, te juro. El escenario es como la vida, cuando hay algo que pensás que no podés, como en la vida, con esfuerzo y trabajo lo sacás adelante. Es más, hoy ya lo disfruto y eso que he pasado cosas de riesgo.
-¿Cómo cuáles?
-Una vez, cuando salía por un tubo largo que te saca de la pileta principal se me cerró la tráquea. Pensé que había llegado al final y me golpeé la cabeza, y no podía respirar.
-¿Qué te exige esta rutina en lo diario?
-Me exigió todo al máximo, nunca viví algo así. Después de hacer Stravavanza podés hacer cualquier cosa. Desde lo físico es una exigencia terrible. Es increíble como el cuerpo va respondiendo y se va autosuperando. Lo que sí, es un gran compromiso con el show las 24 horas del día, porque hay que dormir bien y comer sano, tanto para estar delgada como para estar fuerte.
-¿Seguís alguna dieta especial?
-En mi caso fueron años de entrenamiento. Yo bailé clásico hasta los 20 años y eso me demanda estar flaca pero con fuerza. Cada uno te dice cosas distintas y tiene su librito. Leí distintos libros de nutrición para ver qué hace bien y a lo largo de la vida me di cuenta de que hay que ver qué cosas les hacen bien a cada uno. No todos los cuerpos son iguales.
-¿Cuidarse tanto te afectó la vida social? ¿Extrañas la vida fuera del agua?
-Salir a bailar ya no sé lo que es. Nos contenemos y cuidamos mucho dentro del grupo también. Extraño salir, pero realmente el cuerpo no me da. Luego de dos funciones lo único que querés es ir a descansar.
-¿Cómo se acopló Flor de la V al show?
-Desde el primer día, todo súper bien. Ella, divina, y muy bien predispuesta. Flavio pensó muy bien cómo hacer que se luzca. Su monologo y el sketch de humor lo lleva muy bien y se la ve bella arriba del escenario. Hace cosas de riesgo en una estructura. Genial todo.
-El verano se puso muy competitivo, ¿cómo lo ves?
-Está buenísimo que Stravaganza haya elevado la vara. A nivel producción y a nivel artístico, en algunos casos (ríe). Todo eleva el nivel de Carlos Paz y eso a los artistas nos hace bien. Yo quiero que a nosotros nos vaya mejor que a todos, somos competitivos, pero está buenísima la competencia si es sana. Si nos quita público una obra que está bien hecha, está bien, se lo merecen.
-El año pasado estudiaste Psicología, ¿cómo va eso?
-Retomé en 2014 la licenciatura que había empezado en 2002 y que luego no pude seguir. El año pasado me fue genial y me encanta. Además hago terapia desde los 18.
-De alguna manera lo tuyo es dominar mente y cuerpo.
-Es así, es un gran equilibrio. Cuando dominás el cuerpo dominas la mente, porque es concentración, es creer en lo que hacés. Es cambiar pensamientos negativos a positivos. Todo esto es algo que ya volcaré en un libro que pienso hacer algún día sobre cómo cambiar pensamientos y estructuras, y que habla de cómo creer en lo que uno hace, cómo tener pensamientos positivos y para no tener pánico, cómo superar una lesión y seguir trabajando... Todo va de la mano.
-¿Te ves ejeceriendo en Psicología a futuro?
-Tengo pensado hacer clínica, pero algunos casos que me interesen y volcarme a la investigación. (La Voz del Interior)
