REDACCIÓN ELONCE
Cecilia Yeregui, de la caña con ruda “La dos abuelas”, dialogó con Elonce sobre el origen familiar de la bebida y cómo cada año renuevan el ritual que conecta con la Pachamama.
El primero de agosto se celebra el Día de la Pachamama, y con él, una costumbre que gana fuerza cada año: tomar caña con ruda en ayunas para “espantar los males”.
Cecilia Yeregui, de la marca artesanal “Las dos abuelas”, explicó a Elonce cómo esta bebida representa mucho más que un sorbo tradicional: es un ritual que honra a los ancestros y agradece a la tierra.
“La producción de esta caña comenzó en 2012 con mi papá y mi mamá. Ellos le dieron origen y hace dos años que la estamos elaborando nosotros”, relató Cecilia. La historia detrás del nombre remite al encuentro entre su abuela Ana y su bisabuela Cata, quienes descubrieron que ambas preparaban caña con ruda desde generaciones anteriores. “Se conocieron el día que mis viejos se casaron, y entre charla y charla salió el tema de la caña. Así fue como mi familia decidió rescatar esa tradición que no conocíamos tanto, pero que era parte nuestra”, agregó.
Un ritual que se prepara en Semana Santa
Según explicó Yeregui, el proceso de elaboración es sencillo, pero ellos siguen pautas heredadas y lo inician cada Semana Santa. “Nos reunimos en el espacio de producción, hablamos entre nosotros, decimos nuestras intenciones. Hay un ritualito porque creemos que le da un poder especial más allá de lo medicinal que tiene la ruda”, sostuvo.
Si bien el procedimiento es accesible, cada familia suele sumar sus propias particularidades. “La caña tradicional la hacemos tal como nos enseñaron nuestras abuelas, pero también le fuimos incorporando variantes como jengibre, miel, cáscaras de citrus, o una caña dulce suavemente endulzada que es muy rica, pero hay que tener cuidado porque la tomás como agua”, destacó.
Agradecer e intencionar
La costumbre indica que el 1° de agosto, en ayunas, se deben tomar tres traguitos, pero Yeregui indicó que “tratamos de sacarle la exigencia a esa idea” de ser lo primero que se toma ese día. Por ello recomendó: “este viernes se preparan una copita y agradecen, más que pedir porque eso también forma parte del vínculo con la Pachamama”. Este ritual se puede repetir “durante todo agosto”.
Además del consumo, Yeregui sugiere otros usos simbólicos: “La esparcimos un poquito por la casa, como cuando las abuelas usaban agua bendita. Incluso algunos le tiran unas gotitas a la tierra o una maceta, lo importante es la intención y el agradecimiento”, remarcó.
Dónde conseguirla y precios
“Las dos abuelas” cuenta con local propio ubicado en calle Racedo 227, frente a la estación de trenes de Paraná. “Durante estos días tenemos horario corrido hasta las 16”, comentó Yeregui.
Sobre los precios, detalló: “La tradicional, dulce suave de 180 cc cuesta $4.200, la saborizada de citrus, jengibre y miel de 180 cc $4600; la de 250 cc $5.000, la de 500 cc con distintas variedades $9.000 y tenemos otra de diseño, la botella panzona ‘chianty’ de 375 cc, a $8.000. También hicimos una edición de durazno, que está a $9.200”.
Para Cecilia Yeregui, difundir la tradición también es una forma de fortalecer la identidad. “Nos encanta que nos pregunten, que se animen a probar, que recuerden lo que hacían sus abuelos. En cada familia hay una historia con la caña con ruda”, concluyó. Elonce.com