REDACCIÓN ELONCE
La presidenta del club Toritos de Chiclana confirmó a Elonce que recuperaron un par de botines con valor simbólico que habían sido robados. Pertenecían al nieto de un sobreviviente del Crucero Belgrano. La institución fue víctima de al menos 14 robos en tres años.
La presidenta del Club Toritos de Chiclana, María Alejandra Metz, informó a Elonce que lograron recuperar un par de botines con alto valor simbólico que habían sido robados días atrás de la sede ubicada en barrio San Roque de Paraná. "Es una alegría inmensa porque esos botines habían sido donados por un excombatiente de Malvinas y sobreviviente del crucero ARA General Belgrano, José Alberto Cabrera, abuelo de un jugador de España", contó.
La historia de los botines se remontaba al año pasado, durante una edición de la jornada solidaria Ayudar Hace Bien, cuando Cabrera se presentó en la sede del club con una bolsa, un cuadro y una bandera argentina. "Nos dijo que no tenía sentido de pertenencia con ningún club, pero que quería dejar algo significativo. Nos contó su historia y nos donó ese cuadro con los botines de su nieto. Tenía un valor emocional enorme para nosotros", relató Metz.
El robo había ocurrido a principios de semana. Los ladrones ingresaron a la institución, rompieron una puerta y sustrajeron diversos elementos, entre ellos una pava eléctrica, cajas de leche y varios botines. "De cinco botines Umbro que nos robaron, la Policía recuperó tres, entre ellos, los del excombatiente", indicó Metz. "Estaban ya vendidos y los hallaron en el barrio Consejo", agregó.
"Era muy importante recuperar ese recuerdo", señaló; y agradeció al director del Túnel Subfluvial, Eduardo López Segura, por la donación de una puerta y al profe Gastón que soldó todo lo que rompieron. "Pudimos volver a reponer lo perdido", valoró.
Sobre la situación de inseguridad que golpea a los clubes de barrio, Metz explicó que el Toritos de Chiclana ha sido robado al menos 14 veces en los últimos tres años. "Tenemos alarmas en todos los sectores, menos en la secretaría, y es justo por ahí por donde entraron. Creemos que fue alguien que conoce nuestros movimientos", expresó. También agradeció el apoyo de la comisaría cuarta, que forma parte de un grupo de vecinos en alerta y acude cuando se activa alguna alarma.
"Hay un esfuerzo inmenso de las familias que forman el club, que trabajan a pulmón y sostienen espacios de contención y recreación para chicos del barrio. Por eso cada ataque duele tanto", reflexionó Metz.