

Se cumplen, este miércoles 22 de mayo, 43 años de la heroica muerte del Cabo Segundo Julio Omar Benítez, quien cayó en combate durante la Guerra de Malvinas, defendiendo el territorio argentino con valor y compromiso. Nacido en la localidad entrerriana de Basavilbaso, su legado fue homenajeado en un acto cargado de emoción y memoria.
Benítez nació el 22 de enero de 1962 y cursó sus estudios primarios en la Escuela Nº 91 "La Pampa". A los 17 años ingresó a la Escuela de Suboficiales de la Prefectura Naval “Martín Jacobo Thompson” y egresó como Cabo Segundo. Se destacó por su responsabilidad, su vocación y su compromiso con la defensa nacional.

En 1981 fue asignado al guardacostas GC-83 "Río Iguazú", y participó de la "Operación Cormorán" en las Islas Malvinas. El 22 de mayo de 1982, en el Seno Choiseul, mientras el guardacostas transportaba pertrechos y tropas del Ejército Argentino, la unidad fue atacada por dos aviones Sea Harrier británicos.
Durante el enfrentamiento, Julio Benítez operaba una ametralladora Browning 12,7 mm cuando fue alcanzado por el fuego enemigo y cayó en cumplimiento del deber. Tenía 20 años.
En ese mismo ataque, el cabo segundo Raúl Ibáñez tomó su puesto tras verlo caer, y logró derribar una de las aeronaves enemigas. Fue el primer combate aeronaval entre una unidad de superficie argentina y la aviación británica, y marcó una página de coraje inquebrantable.
Desde la Prefectura Naval Argentina recordaron: “Hace 43 años, el guardacostas GC-83 ‘Río Iguazú’ escribió una de las páginas más valientes de nuestra historia. En medio del cielo hostil de las Islas Malvinas, un grupo de prefecturianos se enfrentó al poderío aéreo británico con coraje y determinación. Fue el coraje de muchos, la historia de todos. Una lección de valor que continúa guiando nuestro uniforme”. “No solo la cuentan, la sienten, la comparten… Porque hay heridas que enseñan y nombres que no mueren: viven en nosotros, y nos guían”.

Julio Omar Benítez fue sepultado con honores en el cementerio de Puerto Darwin. Recibió la Condecoración "La Nación Argentina al muerto en combate" y un ascenso póstumo al grado inmediato superior.
Este nuevo aniversario tiene un carácter especial: el pasado 5 de enero falleció a los 82 años su madre, Hidilia Lacuadra, incansable portadora de la memoria de su hijo. En diciembre, participó en Curuzú Cuatiá de una reunión con los compañeros de Benítez y, pese a sus problemas de salud, viajó a las Islas Malvinas, cumpliendo uno de sus más profundos anhelos.
“Mamá Hidilia” decía con firmeza que su hijo “descansa en territorio argentino usurpado” y creía que algún día las islas volverán a ser argentinas por la vía pacífica. Al regresar del viaje, expresó que sentía que había llegado el momento de que su otro hijo, Carlos “Bocha”, y sus nietas Milagros y Macarena “tomaran la posta” del recuerdo y el homenaje.

De hecho, la madre del prefecto caído, había recordado en una entrevista con FM Riel: “Tenía 17 años cuando me dijo que quería ingresar a Prefectura. Lo apoyé aunque no sabía bien qué implicaba”. Comentó que su hijo se había inscripto junto a su hermano mayor, pero solo Julio fue aceptado.
Relató también que el día antes de su muerte, una amiga del joven le informó que él había intentado comunicarse. “El 24 de mayo sentí algo raro. Al volver a casa, vi una camioneta de Prefectura y entendí lo peor”, expresó.
Hidilia recordó que un compañero de su hijo, el Cabo 2º José Raúl Ibáñez, le contó que originalmente Julio no iba a ser parte de la tripulación del guardacostas “Río Iguazú”, debido a su juventud. Sin embargo, insistió en participar motivado por su compromiso con el deber.
A 43 años de su caída, el recuerdo de Julio Omar Benítez permanece vivo en su ciudad natal y en el ámbito de la Prefectura Naval Argentina, que año tras año renueva el homenaje a su figura: un verdadero héroe nacional, cuya entrega, coraje y ejemplo perduran en la historia y en el corazón de su pueblo. (con información de FM Riel)