El perro comenzará un proceso de reeducación que llevará unos cuatro meses. Hasta el momento hay cuatro familias interesadas en su adopción.
El perro de raza pitbull que el domingo pasado atacó a varias personas en barrio Azcuénaga ya está alojado en el Centro de Adopción Municipal (CAM), en la zona oeste de la ciudad de Rosario. Hasta allí llegó el miércoles por la tarde para iniciar un proceso de adaptación que llevará unos cuatro meses con el objetivo de reeducarlo en la convivencia con sus cuidadores. Según indicó el jefe de la Sección Ecológica de la policía, Daniel Ojeda, ya hay cuatro interesados en adoptar al animal.
El caso actualizó el debate sobre la tenencia responsable de animales de compañía, sobre todo de perros de gran porte o razas consideradas potencialmente peligrosas. De acuerdo a testimonios de los vecinos, el animal se habría tirado o lo habrían arrojado de una camioneta y los investigadores no pudieron aún encontrar al dueño. El perro no contaba con ninguna identificación ni se le había aplicado un microchip, tal como lo indica una ordenanza municipal.
De hecho no es el único pitbull alojado en el centro de adopción del Instituto Municipal de Salud Animal, donde hay otros 24 perros de esa raza. El último llegó este jueves por la mañana, después de que efectivos de la policía encontraran al animal atado a un poste de luz en la zona de bulevar Seguí y avenida de Circunvalación la noche de este miércoles.
"Las personas suelen buscar estos perros porque son guardianes, no tienen un tamaño muy grande, son longevos y muy sanos, se enferman poco, y si son bien cuidados son muy vivos y muy sociables", explican los profesionales del CAM que tienen a su cargo el cuidado de una centena de perros en condiciones de ser adoptados. Algunos ingresan por encontrarse sueltos en la calle y resultar amenazantes para los vecinos, otros por haber sufrido un accidente; todos víctimas de maltrato o abandono.
Una segunda oportunidad
El albergue de animales de Juan Pablo II 2250 bis recibió el miércoles por la tarde al perro que hirió a tres personas en barrio Azcuénaga. El animal llegó después de obtener el alta en una clínica particular, del veterinario Carlos Cossia, donde lo curaron de tres heridas de bala que recibió de parte de un policía que intervino para frenar el ataque.
"El Ministerio Público de la Acusación dispuso que sea derivado a ese lugar por el estado de salud del animal, para favorecer su recuperación, ya que los caniles son más amplios y cuentan con un espacio verde donde los perros pueden moverse", explicó el titular de la Sección Ecológica de la policía provincial.
En el lugar lo esperaban con un espacio de alojamiento individual y profesionales para controlar su estado de salud. "Es un perro que tiene una fuerza impresionante, es difícil que un animal se recupere de tres tiros", confió Ojeda y comentó que si bien aún nadie lo bautizó, seguramente va a llevar un nombre que tenga que ver con "su poder de supervivencia".
El can tendrá ahora mucho trabajo por delante. Junto a los profesionales de la Sección Ecología iniciará un proceso de adaptación para determinar su capacidad de vivir con personas. Entre otras cosas, tiene por delante "un entrenamiento básico, en base a premios, donde se le enseñarán distintas normas de conducta como compartir, jugar y obedecer", explicó Ojeda.
Una vez completada esa tarea que, según estimó el funcionario durará unos cuatro meses, el perro podrá ser adoptado. Según parece, interesados no faltarán. La publicidad que tuvo el caso hizo que ya cuatro personas se comunicaran con la Sección ofreciéndose a llevar al perro a sus hogares.
Uno de los candidatos fue un muchacho de unos 30 años que vivía solo en una casa con patio, pero el problema era que el tapial que lo separaba de sus vecinos era muy bajo y no parecía seguro. Los otros tres postulantes eran personas adultas que convivían con niños, una situación que los veterinarios no consideraron prudente al menos por ahora.
Con una abultada experiencia en el trabajo con animales, Ojeda se mostró optimista. "No es un animal totalmente agresivo de por sí. Creemos que reaccionó a una situación de agresión previa", indicó y comentó que en su llegada al CAM estuvo un tiempo suelto, jugó, no agredió, movió la cola y mantuvo la boca abierta. Todas, dijo, muestras de que el animal no va a agredir.
Se buscan voluntarios
Para Ojeda, el pitbull tiene posibilidades de convivir con personas. "Es un trabajo largo, pero lo hemos hecho con otros animales", aseguró.
Aun así apuntó que los interesados en adoptarlo tienen que cumplir con algunos requisitos, como por ejemplo que no vivan niños en la casa.
Además tienen que contar con un espacio libre dentro de la casa, que esté cerrado y que cuente con la seguridad necesaria para que el animal no se pueda escapar.
Y, por supuesto, contar con disposición para sumar un miembro más a la familia. (La Capital)