Jorge Ignacio tiene 60 años y es mecánico desde los 21. Creó el autobús más pequeño del mundo que es una réplica de un interno de la línea 109 de Buenos Aires. Se lo puede ver en circular con niños, por la plaza de barrio Villa Real.
El tierno gesto de un abuelo porteño ha cautivado a cientos de vecinos y transeúntes. Jorge "Bocha" Ignacio fabricó un "mini" colectivo para que su nieta Candela paseara por la plaza del barrio.
Jorge, de 60 años, es mecánico de colectivo desde los 21 años. A lo largo de su carrera se desempeñó en distintas líneas bonaerenses y en la actualidad trabaja en la Línea 109 (Liniers ? Correo Central).
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Según informó el sitio Autoblog.com.ar, hace algunos años, Jorge vio que su nieta Candela se cansaba muy rápido al jugar con su karting Jeep a pedal. El carrito muy pesado y había que hacer mucha fuerza para moverlo.
Ante esto, Bocha le colocó un motor eléctrico y Candela pudo pasear con mayor fluidez por la plaza Terán, del barrio porteño de Villa Real.
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Sin embargo, lejos de conformarse la nena pidió algo más. "Abuelo, todos los chicos me piden subirse. Pero no tengo lugar. Fabricame un colectivo", dijo.
Aunque parecía algo imposible, Jorge aceptó el desafío y después de cuatro años y medio de trabajo, terminó el colectivo más chiquito de la Línea 109.
El mismo, tiene capacidad para siete pasajeros, motor de Gilera, frenos de Fiat Duna y asientos de karting. El chasis y la carrocería fueron creados por Bocha y fue pintado y fileteado, como si fuera uno original.
El mini-colectivo "Candela" luce la patente de la Gilera, pero no está autorizado para circular en la vía pública.
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Candela creció y no conduce más su colectivo. Pero Jorge se niega a venderlo, a pesar de que recibió varias ofertas. Desde hace algunos meses, lo lleva todos los fines de semana a la Plaza Terán.
"No tengo Sube, pero es más barato que una vuelta en calesita. Y, algunos chicos, dicen que es más divertido también", contó el dueño que hace las vueltas por propinas.
