Sebastián Cabello, quien había sido condenado por matar a una mujer y a su hija de 3 años al embestirlas con su auto mientras corrida una picada, está habilitado para volver a conducir.
La Sala III de la Cámara de Casación Penal, cuando se cumplieron catorce años del siniestro vial, recalculó la pena de inhabilitación de diez años para conducir que había recibido Cabello al considerar que debe cumplirse desde que su condena quedó efectiva y no desde que recibió prisión preventiva.
De esta manera, los camaristas, después de que la defensa la apelara, dejaron sin efecto la pena impuesta oportunamente el juez de ejecución de sentencia.
El fatal incidente se produjo el 30 de agosto de 2009 cuando Cabello tenía 19 años y con un Honda Civic corría una picada por la avenida Cantilo, en el norte de la ciudad de Buenos Aires.
El Civic, que se desplazaba a más de 137 kilómetros por hora, embistió el Renault 6 en el que viajaban Celia González Carmán, de 38 años, y su hija Vanina Rosales, de tres, quienes perecieron carbonizadas al incendiarse el auto.
Cabello fue condenado en 2003 por el hecho a 12 años de prisión por el delito de "homicidio simple con dolo eventual", una pena que supone que el responsable tenía conocimiento del riesgo para terceros por conducir a alta velocidad por una avenida.
Sin embargo, en 2005 la Cámara de Casación redujo en 2005 la pena a tres años al recaratular el caso como un "homicidio culposo", por lo que el joven salió en libertad en septiembre de ese año, un encuadre legal.
La pena incluyó la inhabilitación para conducir cualquier tipo de vehículo por un plazo de diez años que el juez de ejecución entendió debía cumplirse a partir de 2006, cuando la condena quedó firme, es decir hasta 2016.
No obstante, los camaristas Liliana Catucci, Mariano Hernán Borinsky y Eduardo Riggi, tras una apelación de la defensa, consideraron que se debía contar la inhabilitación desde el momento en el que se dictó la primera prisión preventiva, es decir en 1999, por lo que Cabello quedó habilitado para volver a conducir.
Sergio Rosales, viudo y padre de las víctimas, dijo que consideraba el fallo como "una burla de la Justicia justo a 14 años de que murieran Celia y Vanina".
Rosales recordó el antecedente de que Cabello intentó evadir la inhabilitación al tramitar un registro en el municipio de Malvinas Argentinas, hasta que se se produjo un escándalo y el Gobierno bonaerense revocó la licencia, la cual tuvo que ser enviada por
Caballo desde Brasil, donde se radicó en los últimos años.
"Quiso sacar una licencia trucha, con connivencia oficial porque es un enfermo de los autos y no puede estar sin correr carreras", expresó Rosales sobre el incidente que las autoridades explicaron en que el Tribunal porteño que había dictado la condena proporcionó al Registro Único de Infractores de Tránsito un número de DNI de Cabello erróneo.
Asimismo, sostuvo que se debería advertir a las autoridades de Brasil "que tienen allí a un asesino".
Por otro lado, Vivian Perrone, de la Asociación Madres del Dolor, entidad que agrupa a víctimas de accidente de tránsito, consideró el fallo de Casación como una "vergüenza".
"Muestra que todo se soluciona con dinero: quienes tienen dinero apelan a través de los años hasta que encuentran jueces corruptos que los apañan", sentenció. (NA)
