REDACCIÓN ELONCE
En Argentina, el endeudamiento con entidades no bancarias creció un 93% entre el segundo semestre de 2024 y los primeros meses de 2025. Según el Banco Central, casi 10 millones de personas recurrieron a créditos ofrecidos por billeteras virtuales.
En Argentina, el endeudamiento con entidades no bancarias creció un 93% entre el segundo semestre de 2024 y los primeros meses de 2025. Según el Banco Central, casi 10 millones de personas recurrieron a créditos ofrecidos por billeteras virtuales, mutuales o aseguradoras.
El grupo que más se endeudó fue el de los jóvenes de entre 18 y 29 años, con un aumento del 38%. Las Fintech encabezan esta tendencia, con casi 5 millones de deudores y tasas de interés que pueden llegar hasta el 130% anual.
Mientras el Gobierno interpreta estos datos como una señal de reactivación, ¿cuánto de esta deuda responde, en realidad, a la necesidad de cubrir gastos básicos? Incluso quienes tienen empleo formal y cuentan con cuenta sueldo vieron crecer su endeudamiento. ¿Estamos frente a una nueva forma de exclusión financiera disfrazada de acceso al crédito?
El tema fue debatido en el programa El Ventilador, que se emite martes y jueves a las 21.30.
María José Quinodoz, contadora, economista y docente universitaria, expresó que “es la primera vez que los jóvenes pueden acceder a un crédito a través de estas billeteras y aplicaciones, que en las entidades bancarias tradicionales no pueden porque no tienen un empleo formal o antecedentes crediticios. Es imposible acceder hasta una tarjeta de crédito. Hay compañías financieras que otorgan préstamos sin tanto requisito y al alcance de la mano. Se puede acceder haciendo una cuenta, subiendo una foto del DNI, haciendo una selfie para la seguridad biométrica y en cualquier horario. Inmediatamente se puede acceder a un préstamo”.
Consideró que lo negativo es “que las tasas que se ofrecen no convienen. Hay que analizar para qué nos estamos endeudando. En general uno piensa en tomar deuda para adquirir un bien durable, que cuando uno termine de pagar ese bien pueda seguir usándose: auto, moto, lo que sea. El tema es que últimamente se está dando un fenómeno que es que estamos sacando ese tipo de préstamos o utilizando la tarjeta de crédito en cuotas para consumir alimentos”.
El perfil de este tipo de deudor “abarca generalmente a jóvenes y mujeres de hasta 50 años. Hoy a una cuenta de MercadoPago la puede tener un menor de 18 años, siempre y cuando los padres los monitoreemos”.
Explicó que el incremento del crédito “podría verse como un incremento de actividad económica, pero cuando uno analiza las características del tipo de crédito que se toma y el tipo de endeudamiento se da cuenta de que en realidad es una nueva forma de exclusión financiera”.
“Uno tiene que pensar, hablando de educación financiera, que como mucho debería endeudarse en hasta un 40 por ciento, pero tiene que ver para qué se endeuda. En este caso, se supera ese ratio. Piden préstamos a Ualá, a MercadoPago, a Naranja y un montón de billeteras que no las puede pagar y se hace un efecto bola de nieve”, comentó.
Consideró que “la educación financiera está disponible en las redes sociales, en la web, hay un montón de programas, pero el problema es cómo llegamos y a quién llegamos. Una buena manera de tratar estos temas es en primaria, secundaria y universidad. Hay que ser conscientes, analizar la realidad personal y familiar, el contexto, y en función de eso decidir. Para poder decidir uno tiene que tener información, conocer”.
Indicó que “también hay que hablar de que muchas veces se genera adicción, porque es una forma de acceder a dinero rápido. Muchos se lo gastan en apuestas ilegales. El no ver el billete físicamente, es como no tener esa sensación de juntarlo para pagar algo y entregarlo. Hay que informarse y si no consultar”.
Informó que “los créditos para las familias han crecido, no tanto. No son tan caros los intereses como las billeteras virtuales, pero son caros. Habría que analizar para qué se están tomando. También hay créditos para las empresas, pero con el nivel de actividad económica que tenemos habría que ver para qué toman créditos. Hay una gran solicitud de préstamos hipotecarios porque como el UVA está bajando y si uno accede con la cuenta del banco donde cobra el sueldo, accede a una tasa bastante aceptable. Pero hay que tener cuidado porque tenemos experiencias de lo que ha pasado”.
Al momento de tomar un crédito, recomendó: “Primero hay que analizar con qué fin va a utilizar el crédito. También qué estabilidad mensual tienen sus ingresos, porque si soy monotributista y no sé si todos los meses cobro 500 mil pesos, no me puedo endeudar a largo plazo. Cuando uno va al banco y presenta todos los recibos, la cuota nunca debe superar, dependiendo el tipo de crédito, entre el 25 y 30 por ciento del ingreso mensual que uno tiene. Ese sería un endeudamiento razonable. Los créditos en Uva o Uvis van variando, así que hay que tenerlo en cuenta”.
“Hay una herramienta muy buena que es infleta.com. Cuando uno tiene que decidir si usa tarjeta o efectivo puede ingresar en esa página y saber cuánto sale de contado, financiado y la cantidad de cuotas. Te ayuda en la elección”, comentó.
Dijo que “también creció el adelanto de sueldo como figura en la entidad bancaria. Hay que insistir en la educación, no se dimensiona la gravedad que tiene. No es broma este tema, es grave. Si uno saca un crédito en MercadoPago y después borra la aplicación todo queda en el historial financiero”. Elonce.com