Se trata de Alejandro Henke, Luis Ribaya y Alejandro Vaquie, quienes por distintos motivos abandonaron la entidad financiera más grande de la Argentina. El relanzamiento de la gestión, la clave de la reorganización de la cúpula.
Alejandro Henke, Luis Ribaya y Alejandro Vaquie dejaron hoy sus cargos como directores del Banco Nación, la entidad financiera más grande de la Argentina, que conduce Javier González Fraga.
La movida es una muestra más del deseo oficial de que todos los organismos del Estado estén alineados con los objetivos de relanzar la gestión después del resultado favorable obtenido el domingo en las elecciones legislativas.
Según indicaron fuentes oficiales, Heinke es el único que presentó la renuncia por motivos personales, en acuerdo con el titular del BNA. En función de la buena relación que construyó con otras áreas del gobierno, una posibilidad era que se incorporara al Ministerio de Finanzas.
Vaquié, ex ministro de Economía de Mendoza que había llegado de la mano de Ernesto Sanz como reemplazo de Enrique Szewach, tuvo diferencias con Gonzalez Fraga sobre el destino de las utilidades del banco. El presidente del Nación pretende sumar en su reemplazo a un hombre con más trayectoria en el mercado financiero.
Ribaya, ex titular del Mercado Abierto Electrónico (MAE) y durante muchos años director del Banco Galicia, no tenía buena relación con algunos de los directores del BNA y por esa razón Gonzalez Fraga decidió pedirle que diera un paso al costado. Ribaya había sido designado por Carlos Melconian en el inicio de la gestión Macri.
Por el momento, para ocupar esos lugares hay un solo nombre confirmado: Diego Dequino, un economista cordobés experto en matemáticas, de buena relación con González Fraga y el ministro de Finanzas, Luis Caputo, de quien depende la entidad financiera.
Cronista.com.