REDACCIÓN ELONCE
El productor Luciano Moine, de la zona de Rosario del Tala y Nogoyá, detalló su experiencia con la cosecha de trigo 2025: “Ya tengo todo terminado. Sembré alrededor de 1.300 hectáreas y la verdad que este año fue muy bueno. Prácticamente 1.000 kilos arriba que el año pasado y los años anteriores”.
El promedio de rendimiento obtenido fue de 5.100 kg por hectárea, aunque algunos lotes alcanzaron hasta 7.000 kg. “Los lotes rindieron un poco menos según el manejo, pero terminamos en ese promedio, realmente es muy bueno”, destacó Moine.
Sobre los factores clave para lograr un buen rendimiento, explicó: “Lo más importante de todo es una buena variedad de trigo, una buena fertilización, un buen barbecho, los lotes bien trabajados y tratar de no cosechar con humedad en los cultivos anteriores. Después, obviamente, el clima influye mucho”.
Tecnología y rotación de cultivos
En cuanto a la rotación, Moine señaló que trabajan principalmente con trigo, soja y maíz, con algunos lotes de girasol y lino. “Estos últimos años hacemos 50% de trigo y el resto entre maíz y soja. Los lotes vinieron del antecesor maíz y después se hace trigo, ahora estamos haciendo soja”, detalló.
Respecto a las razones del alto rendimiento de esta campaña, afirmó: “Al manejo del suelo, la tecnología y sobre todo el clima. Fue muy parejo, no hubo lluvias excesivas ni enfermedades, y las variedades que se están manejando permiten sembrar más temprano, lo que dio muy buen resultado”.
Las fechas de siembra ideales, indicó, van del 5 al 15 de mayo, utilizando variedades como Araucaria, Don Mario y Catalpa, que garantizan un ciclo relativamente largo y óptimo para altos rendimientos.
Costos, desafíos y perspectivas
Moine reconoció que los costos son elevados: “Estamos en Argentina, los fertilizantes son caros, entre 33 y 35 quintales por hectárea. Hay que manejar la venta para no vender en cosecha y cubrir los costos”.
Sobre la próxima campaña, opinó: “Se seguirá sembrando la misma cantidad de trigo, quizás algo más, pero estamos al límite. Si bajan los precios de fertilizantes, podemos aumentar el rendimiento general. En tecnología del suelo estamos atrasados respecto de países limítrofes como Brasil y Uruguay”.
Respecto a la gruesa, indicó que los lotes de maíz tienen rendimientos irregulares debido a lluvias dispersas, mientras que la soja promete buenos resultados si las precipitaciones acompañan. Finalmente, destacó el compromiso que exige la actividad: “Hay una gran inversión, es caro, pero el trigo es un cultivo seguro que nos viene salvando durante años”.