A medida que se acerca la gran final de Gran Hermano, el juego volvió a sacudir su estructura con una jugada inesperada. Este miércoles, cuando restaban solo ocho participantes en competencia, las puertas de la casa más famosa del país se abrieron nuevamente, esta vez para recibir a ocho exjugadores. De esta forma, el reality vuelve a contar con 16 participantes, aunque con una dinámica distinta: los nuevos ingresos no competirán directamente por el premio, sino que se integrarán en duplas con los jugadores actuales.
La producción repite así una fórmula ya vista en otras temporadas, que suma tensión, alianzas inesperadas y nuevas estrategias en un momento clave del programa.
Aunque aún no está definido cuántos días permanecerán dentro de la casa, el efecto ya comenzó a sentirse en la convivencia: más voces, más miradas estratégicas y, sobre todo, más posibilidades de conflicto y espectáculo.
Quiénes son los exjugadores que volvieron a pisar la casa
La lista de los ocho exjugadores que ingresaron incluye nombres que los fanáticos del programa reconocen al instante. Algunos tuvieron recorridos largos en esta edición; otros, pasaron fugazmente pero dejaron su marca. Ellos son: Andrea, Bati, Chiara, Nano, Jeni, Luciana, Martina y Petrona.
Cada uno de estos exparticipantes fue elegido por uno de los ocho jugadores que aún siguen en carrera. Esta decisión fue clave para el desarrollo de los próximos días: con quién aliarse puede cambiar radicalmente la estrategia y el posicionamiento de cara a la final.
Las duplas quedaron conformadas de la siguiente manera: Sandra eligió a Andrea, Eugenia eligió a Bati, Selva eligió a Chiara, Devi eligió a Nano, Ulises eligió a Jeni, Luz eligió a Luciana, Tato eligió a Martina y Katia eligió a Petrona.
Juego en duplas y expectativas renovadas
La nueva dinámica promete modificar no solo las alianzas internas, sino también la percepción del público, que sigue votando y participando activamente en las decisiones del juego. Los exjugadores no pueden ser eliminados, pero sus acciones tendrán consecuencias directas en el recorrido de sus compañeros de dupla.
Además de brindar apoyo emocional y táctico, los exparticipantes traen información del exterior y una visión renovada del juego. Esto podría beneficiar a algunos concursantes actuales, pero también tensionar relaciones ya establecidas o provocar celos entre los integrantes.
Con la cuenta regresiva hacia la final en marcha, la reconfiguración de la casa ofrece una última vuelta de tuerca a esta edición de Gran Hermano. El regreso de los ex le da aire fresco a la narrativa, y en este juego, todo puede cambiar con una sola elección.