REDACCIÓN ELONCE
El subcomisario Gastón Cámara, Licenciado en Investigación Criminal, explicó cuáles son los dispositivos más utilizados por los delincuentes. "El Flipper Zero es el tamagotchi de los criminales", manifestó.
En Entre Ríos, 2025 expone un escenario inquietante en materia de delitos vinculados a automotores. La sofisticación tecnológica y la organización criminal han potenciado robos, adulteraciones y fraudes documentales, desafiando la capacidad de respuesta de las fuerzas de Seguridad.
La Dirección General de Prevención y Seguridad Vial reporta que, en lo que va del año, más de 170 vehículos fueron secuestrados por pedidos judiciales, documentación apócrifa y adulteración de motores o chasis. Este dato no solo revela la magnitud del problema, sino también la existencia de redes que operan con alto nivel de coordinación y logística.
El robo de automotores se mantiene como un delito frecuente, respaldado por un mercado ilegal que mueve importantes sumas y que, en muchos casos, utiliza métodos avanzados como la clonación de llaves electrónicas o inhibidores de señal. Estas prácticas, silenciosas y rápidas, dificultan la detección en el momento del hecho y complican las investigaciones posteriores.
A esto se suma la creciente venta ilegal de vehículos robados a través de redes sociales, un canal difícil de regular. Ante este panorama, el refuerzo de controles, la investigación especializada y la cooperación entre fuerzas se vuelven urgentes para frenar un fenómeno que impacta directamente en la seguridad y la confianza ciudadana.
El tema fue debatido en El Ventilador, de Elonce.
El subcomisario Gastón Cámara, Licenciado en Investigación Criminal, y autor del libro “Delitos del Automotor”, explicó que el Flipper Zero “es una modalidad que surgió en 2019. Son dos compañeros de origen ruso que entraron a una plataforma americana que financió su proyecto de tener un dispositivo que pudiera vulnerar los distintos sistemas de seguridad que tenían las compañías. La idea era lícita, pero con el tiempo y el uso, se utiliza para otros fines y generalmente delictivos”.
Aclaró que de los dispositivos digitales “tenemos tres tipos. En principio está el inhibidor de señal, que es un HT, que lo que hace es pisar una frecuencia que tienen los vehículos al momento de apretar el botón de la alarma. Nosotros pensamos que estamos cerrando, pero se inhibe la señal, queda totalmente abierto, es como que le bloqueó la señal. Así el delincuente abre el auto, se roba lo de adentro o el mismo rodado”.
“Otro que se usó mucho, sobre todo en Córdoba, es el sistema Pandora. También fue creado para las alarmas vehiculares. Uno con ese sistema hasta puede encender el vehículo. Pandora clonaba las llaves. Se acercan a las casas y toman la señal de las llaves electrónicas, que emiten señal continuamente. Para evitarlo, hay que poner la llave en un sobrecito metálico”, dijo.
Por último, mencionó que “está el Flipper Zero, que trabaja con frecuencia MHz. En un rango de 300 y 800 MHz, todo lo que se mueva de ese rango, lo toma. Hablamos de barreras, botones y butons que son para la apertura de puertas de edificios, los chips de las tarjetas (que se pueden captar a 100 metros) y los vehículos. Copia las señales”.
El Flipper Zero “puede abrir una puerta, cambiar de canal el televisor, cambiar el aire acondicionado, cambian códigos de precios en supermercados y demás. En EE.UU se prohibió. En Canadá y Brasil cargamentos de estos elementos no pudieron ingresar. En Argentina no conseguimos plataformas que lo traigan, pero la mente criminal puede introducirse en cualquier lugar, más aún si no los conocemos. Es el tamagotchi de los criminales. Tiene un delfín que va pidiendo abrir puertas y demás, y si uno lo hace se va poniendo contento, es como que se lo va premiando”.
Más allá de eso, indicó que “no cualquiera puede usar Flipper Zero, tiene que ser alguien que tenga conocimiento de informática avanzada. En Argentina no es ilegal, no hay legislación al respecto. Una casa de Córdoba lo estaba vendiendo y rondaba los $600.000”.
Indicó que “esto es un crimen organizado. Las grandes estructuras criminales son como empresas que se dedican al desguace de vehículos. Otros toman vehículos de alta gama para pasarlos por la frontera, por ejemplo, hacia Paraguay o Bolivia. Según Interpol, que ha hecho un estudio de este tema, es que son canjeadas por droga o trata de personas. Generalmente el vehículo que más se roba es Toyota Hilux. En las grandes urbes es donde más vamos a verlo”.
Mencionó que “en Entre Ríos no tenemos el tema de la sustracción vehicular tan grave como Buenos Aires, Córdoba y demás. Podemos encontrar robo de motos para autopartes o algunas partes de vehículos también”.
“Un vehículo normal desarmado vale 10 veces más que uno normal en cuanto a venta”, dijo y destacó que en cuanto a prevención “en la provincia tenemos patrulleros circulando todo el tiempo, en otras provincias eso no se ve. Se puede llamar directamente y tenemos un patrullero”.
“No solamente la culpa es del que vende, sino del que compra. No se tiene la trazabilidad de saber de dónde vino esa autoparte. Entre Ríos aún no está adherida a la Ley 25.761, que sería ideal para poder ingresar a los desarmaderos y hacer un contralor”, finalizó. Elonce.com