REDACCIÓN ELONCE
La intendenta Rosario Romero y el gobernador Rogelio Frigerio recorrieron la obra de la nueva circunvalación a Paraná. El proyecto, con un 76% de avance, se ejecutará con aportes municipales, provinciales y nacionales para concluir el Acceso Este.
El gobernador Rogelio Frigerio y la intendenta de Paraná, Rosario Romero, recorrieron este miércoles la obra de la nueva circunvalación a la capital entrerriana por Ruta Nacional 12. Los trabajos, paralizados desde 2023, fueron autorizados nuevamente por el gobierno nacional a través de Vialidad Nacional.
El proyecto presenta un 76% de avance y contempla la vinculación de la Ruta 12 con la avenida Circunvalación en formato de autovía, con el objetivo de mejorar la conexión con el Túnel Subfluvial y agilizar la circulación en el corredor bioceánico del Mercosur.
Romero destacó a Elonce que desde el inicio de la gestión planteó la necesidad de priorizar esta obra. “No tuvimos suerte de que Nación continuara con los trabajos, pero hoy los tres Estados nos hemos puesto de acuerdo. El municipio asumirá la mayoría del costo con la pavimentación, la provincia aportará la iluminación central por cuestiones de seguridad y Nación brindará asesoramiento técnico y señalización horizontal y vertical”, señaló.
En relación con los plazos, la intendenta indicó: “Imagino que hacia esta fecha del año que viene, quizás antes, la obra podrá habilitarse. Provincia deberá presupuestar la luminaria y el municipio ya tiene prevista la partida para ejecutar de manera inmediata. La disyuntiva técnica es si habilitamos primero una mano y luego la otra o todo junto, y eso se definirá en los próximos días”.
Romero recordó que parte de la infraestructura comenzó hace más de tres décadas y que la intención es revertir la falta de continuidad. “Tenemos que terminar las obras que se empiezan. No se trata de reproches, sino de hacer el esfuerzo conjunto para que la entrada a Paraná quede habilitada el año próximo”, afirmó.
El plan de tareas incluye la finalización de la calzada y el terraplén, recuperación de taludes, conexión con calles urbanas, alumbrado, semaforización, señalización, estructuras de seguridad vial y adecuación de desagües pluviales. En esta primera etapa se intervendrá en el tramo entre calle Hernandarias y avenida Almafuerte, además de la intersección con calle Miguel David, por la urgencia de compatibilizar con el tránsito actual.
La obra demandará una inversión estimada de 6.000 millones de pesos, afrontados con recursos municipales y ejecutados según disponibilidad presupuestaria.
