El historiador José Romero destacó el valor histórico del Puerto Nuevo de Paraná y llamó a preservar su patrimonio documental, en medio de proyectos que buscan convertir la zona en un polo turístico y gastronómico.
El historiador José Romero brindó una entrevista en Canal 11 donde repasó la relevancia histórica del Puerto Nuevo de Paraná, actualmente en estado de abandono. Allí funcionó, a comienzos del siglo XX, el primer puerto de ultramar sobre el río Paraná, inaugurado formalmente el 3 de septiembre de 1903.
Romero destacó que este puerto fue clave para conectar la producción entrerriana no solo con el litoral argentino y el Atlántico, sino también con países como Paraguay, Bolivia y Brasil. “Fue un hecho trascendental para una Paraná que era totalmente ribereña”, afirmó.
Según detalló, la infraestructura portuaria también dio origen a la urbanización de la zona costera, con la construcción de la avenida fluvial y, más adelante, la necesidad de interconexión con el país mediante el túnel subfluvial.
Entre el olvido y la resistencia: archivos únicos bajo riesgo
En el interior del edificio principal, actualmente en ruinas, se conservan archivos documentales inéditos de los principales puertos construidos en Entre Ríos durante el siglo XX. Se trata de planos originales, fotografías históricas y recortes de diarios de época, entre ellos un plano original de la Batalla de Obligado y más de 6.400 negativos en placas de vidrio.
Romero explicó que ese acervo fue clave para reconstruir la historia del Puerto Nuevo de Paraná y otros puntos estratégicos como Santa Fe, Rosario, Varadero y Concepción del Uruguay. “Son documentos únicos, y verlos en el suelo, en oficinas deterioradas, debería hacernos reflexionar”, advirtió.
Según señaló, las políticas de privatización implementadas desde los años '90 fueron clave en el deterioro progresivo del lugar. “Se perdió la capacidad operativa del Estado nacional para dragar y mantener los puertos, y con ello, se abandonó toda esa estructura”, aseguró.
Un lugar con valor turístico, cultural y de identidad
El historiador opinó que, más allá del futuro uso que se proyecte para el predio –como emprendimientos gastronómicos o inmobiliarios–, debería destinarse una parte del espacio para resguardar el legado histórico. “No se puede hacer la vista gorda: ahí está nuestra identidad portuaria, lo que fuimos y lo que construimos como ciudad”, expresó.
Recordó además que ya en 2012 existían proyectos inmobiliarios impulsados por funcionarios locales que planteaban transformar el área en un corredor costero, minimizando su valor patrimonial.
“Paraná se desarrolló a partir de su puerto. Hoy, ese puerto duerme en silencio, pero podría volver a hablar si recuperamos sus documentos y su historia”, concluyó Romero.