El mandatario estadounidense se refirió a los países que apelan a él por los aranceles, aspirando a firmar nuevos acuerdos comerciales. “China quiere hacer un acuerdo, desesperadamente, pero no sabe cómo empezarlo”, señaló.
En medio de la creciente "guerra de aranceles", el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una declaración provocadora que rápidamente generó repercusiones en los mercados internacionales. Durante una conferencia, el mandatario aseguró que varios países le “están besando el trasero” porque “se mueren por llegar a un acuerdo”, en referencia a las tensiones comerciales globales.
Trump también afirmó este martes que la posibilidad de reducir el conflicto comercial con China ahora está en manos de Beijing. Al mismo tiempo, anunció una nueva tanda de medidas arancelarias que incluirán impuestos a productos farmacéuticos y un aumento en los gravámenes sobre importaciones de bajo valor provenientes del país asiático.
“China quiere hacer un acuerdo, desesperadamente, pero no sabe cómo empezarlo”, señaló Trump durante una cena de recaudación de fondos del Comité Nacional Republicano del Congreso (NRCC, por sus siglas en inglés).
En ese mismo evento, el presidente volvió a referirse a la voluntad de otros gobiernos de alcanzar acuerdos con su administración. “Varios países están muriéndose por cerrar un acuerdo con nosotros”, afirmó, y agregó: “Les digo, estos países nos están llamando para besarme el trasero”.
Horas antes de su aparición pública, Trump firmó una orden ejecutiva que habilita la imposición de aranceles significativamente más elevados a las importaciones chinas de bajo valor, los cuales comenzarán a regir el próximo mes. Además, anticipó la creación de un nuevo arancel sobre productos farmacéuticos, cuyo anuncio formal, aseguró, se dará “muy pronto”.
Desde su retorno a la Casa Blanca, el presidente ha implementado aumentos progresivos en los aranceles. Inicialmente impuso un 34% adicional, al que esta semana sumó otro 50%, como parte de su estrategia para presionar a China.
Trump justificó estas medidas destacando los ingresos que generan. Según el mandatario, Estados Unidos está recaudando “casi 2.000 millones de dólares al día” gracias a los aranceles aplicados. A su entender, esta política proteccionista contribuirá a revitalizar el sector manufacturero del país.
El jefe de Estado sostiene que los altos impuestos a las importaciones forzarán a las empresas a volver a producir dentro de territorio estadounidense. “Es una forma de reconstruir nuestra industria”, reiteró en diversas ocasiones.
La escalada de declaraciones y medidas sigue teniendo un impacto directo en el comercio global y genera incertidumbre en los mercados, mientras las potencias intentan redefinir sus relaciones en un nuevo escenario económico. (Con información de Ambito)