En la zona oeste de Paraná, la violencia se ha convertido en una preocupación constante para los vecinos, quienes viven aterrados por tiroteos. En los últimos meses, las calles de la zona se han convertido en escenario de frecuentes enfrentamientos armados, en especial Croacia Sur.

El pasado fin de semana, un episodio a plena luz del día dejó una vez más a la comunidad en estado de shock. "Los tiros son constantes, no tienen horario. Acá no se puede vivir", afirmó Eduardo, presidente de la comisión vecinal.

Del mismo modo, señalaron que el pasado domingo a la noche se escucharon "cien tiros". "La policía juntaba con pala las cápsulas. No podemos estar sentados afuera porque tenemos que estar escondiéndonos, tirándonos al piso”, comentó otro vecino a Elonce.

Los disparos, según los testimonios de los residentes, no solo son una amenaza para quienes se encuentran fuera de sus hogares, sino que incluso llegan a dañar propiedades. Juan Carlos relató que su vehículo fue alcanzado por las balas: "A mí me rompieron el vidrio del auto. Encontré siete cápsulas debajo de un árbol de limón en mi jardín".

El clima de inseguridad en el barrio ha generado un creciente malestar. "Esto ya no se aguanta más", expresó otro vecino, preocupado por la posibilidad de que una víctima inocente sea alcanzada por una bala perdida. A pesar de las denuncias y los pedidos de auxilio, la respuesta de las autoridades ha sido escasa.

Denuncias sin respuesta y un pedido de mayor presencia policial

Este lunes, los vecinos del barrio Croacia Sur se reunieron para exigir más seguridad. Con cartas dirigidas al comisario de la zona, solicitaron la presencia de la policía en las reuniones y pidieron la instalación de cámaras de seguridad. "Hoy fuimos a la comisaría para entregar una nota solicitando más seguridad, pero no tuvimos respuesta. El comisario ni siquiera se presentó", relataron.

Algunos vecinos se han sentido desprotegidos, especialmente después de haber sido víctimas de robos. "Me entraron a robar anoche. Ya es la tercera vez. Rompieron la puerta y, cuando la policía llegó, alguien salió corriendo", contó Jesica, quien vive sola con su hija.

La situación ha llegado a tal punto que los residentes han comenzado a sentir que las autoridades no se toman en serio sus reclamos. Además, algunos vecinos mencionaron que personas sospechosas, presuntamente vinculadas al narcotráfico, se pasean libremente por las calles. "Tenemos miedo de que entren a nuestras casas", dijo Antonela, otra vecina del barrio.

La incertidumbre persiste

A pesar de los esfuerzos de los vecinos por hacer oír su voz, la situación sigue siendo crítica. El temor por los tiroteos y el robo a casas se ha apoderado de la comunidad, que vive bajo constante alerta. "A veces, hasta a la 1 de la mañana tenemos que estar despiertos, con miedo de que nos lleguen a robar o a dispararnos", comentó otro vecino preocupado.

Además de la inseguridad, los vecinos también están frustrados por la falta de acciones concretas por parte de las autoridades policiales. "Necesitamos más presencia policial y menos promesas", manifestó Eduardo.

La comunidad continúa en alerta, esperando que las autoridades actúen antes de que una tragedia ocurra.