REDACCIÓN ELONCE
Este 9 de abril se cumplieron 38 años de la histórica visita del Papa Juan Pablo II a la ciudad de Paraná. En conmemoración de aquel acontecimiento, se celebró una misa en la Parroquia San José Obrero, ubicada sobre avenida Zanni, donde se rindió homenaje al pontífice conocido como “el Papa Peregrino”.
Juan Pablo II, beatificado en 2014, fue el único Papa que visitó Argentina en dos oportunidades. La primera fue en 1982, durante un breve paso de 30 horas, dos días antes de la rendición en la guerra de Malvinas. La segunda ocurrió en 1987 y se extendió por seis jornadas, en las que recorrió diez provincias y pronunció 26 discursos, entre ellas Entre Ríos.
“Fue la primera vez que vi a un Papa”
El sacerdote Sergio Hayy participó activamente en aquella jornada histórica. En diálogo con Elonce, recordó: “Recién acabamos de celebrar una misa en Acción de Gracias por estos 38 años que se cumplen hoy de Juan Pablo II a Paraná”.
Sobre su experiencia personal, señaló: “En esa época tenía 21 años. Trabajaba y fui servidor. Fue la primera vez en mi vida que veía a un Papa. Fue un momento muy fuerte porque por primera vez había una voz de Dios a través de esa persona”.
En la parroquia aún se conserva una reliquia del santo pontífice. “Hay una reliquia de Juan Pablo II y todos los 22 –día que asumió como Sumo Pontífice– se hacía una bendición con la reliquia. Hoy lo hicimos con la ocasión de este aniversario de su visita”, explicó Hayy.
Fe y devoción por la figura del Papa
La presencia de Juan Pablo II dejó una huella profunda en la comunidad religiosa de Paraná. A casi cuatro décadas de aquella visita, los fieles mantienen viva su memoria a través de gestos de fe y devoción. En este sentido, Hayy destacó la importancia del legado espiritual que dejó: “Piden por la familia” y afirmó que la comunidad “tiene una gran fe y confianza en la intersección de los santos”.
El homenaje realizado este 9 de abril fue un acto de reconocimiento a la figura del pontífice, cuyo paso por la ciudad marcó un hito para la Iglesia local y para los creyentes que aún recuerdan con emoción aquel encuentro.