Vecinos del barrio Itatí I, de la ciudad de Paraná, reclamaron por la falta de soluciones ante una pérdida de agua potable que afecta gravemente la vía pública y sus viviendas. Elonce recorrió la zona junto a los damnificados, quienes relataron que la situación persiste desde hace más de tres meses, a pesar de haber realizado numerosos reclamos a las autoridades.

“Me caí ayer a las cinco y media de la mañana cuando iba a tomar el remis. Está todo lleno de barro y agua, me resbalé y me golpeé la cabeza y la rodilla”, contó Angélica, una de las vecinas afectadas, desde calle Borigó, muy cerca de la intersección con Rondó y Churruarín.

Las pérdidas de agua generan anegamientos constantes, barro acumulado y una transitabilidad reducida para peatones y vehículos. Según relataron los vecinos, varias personas ya han sufrido caídas en la zona, y debieron ser asistidas por conductores o transeúntes. “El remisero me tuvo que ayudar a levantarme”, relató Angélica, que aún sentía dolores tras la caída.

Otra vecina, Karina, explicó que la problemática también afecta el interior de su vivienda. “Tengo agua sucia dentro de mi casa. Vivo con una persona con discapacidad y es muy difícil así. Tengo el número de gestión, vino una cuadrilla hace meses, pero el problema no se solucionó”, afirmó.

La intervención de los trabajadores no fue suficiente: “Vinieron a la tarde, estuvieron un par de horas y se fueron. A la media hora, la pérdida seguía igual. Arreglaron, pero quedó igual”. Además, señalaron que la constante humedad comenzó a dañar el sistema cloacal y parte del pavimento se está hundiendo.

Para evitar más accidentes, Karina improvisó un dispositivo de seguridad con elementos caseros y alertó sobre el pozo que representa un riesgo para niños y adultos mayores. “Mi hija es una chica grande y también se cayó. Nos cansamos de esperar y muchas veces terminamos arreglando las cosas con nuestro propio dinero”, señaló.

Los vecinos denunciaron que han llamado más de 150 veces para pedir soluciones, pero siempre les indican que están “en espera” o que no hay insumos. “Si nosotros con dos pesos lo arreglamos, ¿cómo no van a poder ellos?”, cuestionó otro frentista. Elonce.com