La economía argentina atraviesa un momento de transición tras el acuerdo con el FMI con el Gobierno y la reciente flexibilización del cepo. En este nuevo escenario, el rol de las instituciones empresarias cobra relevancia para interpretar el impacto en la producción, el empleo y la inversión.

Según el último informe del Consejo Empresario de Entre Ríos, el 2024 fue un año desafiante: con caídas en el empleo formal, el consumo y la actividad ganadera durante el primer semestre. Sin embargo, a partir de julio comenzó una leve recuperación, con señales positivas en el agro.

El mercado automotor, por su parte, mostró una fuerte caída en patentamientos en los primeros meses del 2024, aunque repuntó hacia fin de año por el acceso al crédito y la reducción del impuesto PAIS. La reciente flexibilización del cepo generó cautela en el sector y en algunos casos hubo revisión de precios.

En este contexto, la mirada empresaria resulta clave para analizar cómo se adaptan las economías regionales a los cambios en marcha. ¿Qué desafíos enfrentan los empresarios entrerrianos y qué políticas públicas deberían priorizarse para fortalecer la competitividad local?

El presidente del Consejo Empresario de Entre Ríos, Ramiro Reiss, fue quien estuvo presente en El Ventilador, programa que se emite martes y jueves de 21:30 a 23:00 horas.

“Había un cambio muy grande en el régimen cambiario y creo que la sociedad y los empresarios, hace muchos años no vivimos un régimen de flotación libre, más allá de que sea entre bandas, pero son bandas amplias. Durante muchos años, se trabajó con un dólar fijo y establecido por el Gobierno. El cambio es muy importante y hay que adaptarse y acostumbrarse a que puede haber una flexibilidad y una flotación. Tenemos que tomar otro tipo de medidas y acostumbrarnos a que el valor del dólar va a modificarse diariamente. Esperemos que con mucha más estabilidad que estos días y, en función de eso, tomar todas las decisiones y fundamentalmente las estructuras de costo y precio en función de este nuevo régimen”, acotó sobre esta modificación que llevó adelante.

Consultado sobre la “mano” que debería recibir el sector empresarial por parte del Gobierno, el invitado respondió: “Todo empresario piensa y necesita bajar esa carga tributaria que en la Argentina es alta en comparación con otros países. Lo que haría es que pensemos qué necesita un emprendedor para empezar su trabajo, para tomar empleo y emprender y generar los puestos de trabajo. ¿Por qué hoy no lo hace y es tan bajo esa creación de nuevas empresas o emprendedores que se animen a desarrollar su sueño? Ahí vemos que hay una cuestión impositiva importante”.

Al mismo tiempo, ejemplificó que alguien que se inicia con un emprendimiento debe pensar en la carga tributaria y laboral, los costos que trae la carga laboral y eso “es difícil”. “El costo financiero es muy alto y los créditos no son a largo plazo y se requiere muchos requisitos. Muchas veces en el tema de la Justicia, en el caso de los laborales es un freno muy importante para los emprendedores”.

Asimismo, ahondó en la problemática de llevar adelante un mensaje a la sociedad por parte de Nación con las nuevas medidas económicas: “Lo principal es lograr inculcar y transmitir que la administración pública y los recursos son de la sociedad, no es del Gobierno. Lo que nosotros, desde el Consejo Empresario promovemos, es la responsabilidad total en el manejo y en la utilización de los recursos”.

En su caso en particular, precisaron: “Hacemos informes de deuda pública y recursos públicos y lo que le solicitamos al Gobierno es la eficiencia, la transparencia, el profesionalismo y la responsabilidad en la utilización de los recursos que son de la sociedad y que sean volcados en forma eficiente, que no se malgasten y que sean eficientes porque las empresas trabajamos naturalmente y lo que hemos visto que las administraciones públicas no lo han hecho de esa forma”.

“Lamentablemente en Entre Ríos, la proporción de empleo público y privado no es buena. Fundamentalmente, lo comparamos con la Región Centro (Santa Fe y Córdoba), donde la proporción de empleados públicos en Entre Ríos es tres o cuatro veces mayor a las provincias vecinas”, ahondó. Por tal motivo, le habló al gobierno provincial y refirió que ese mensaje no aboga en “la baja del empleo público, sino en ser eficientes”.

“Necesitamos que la provincia genere las condiciones para que haya más empleo privado y que no se siga sobrecargando la administración pública porque eso hace que se quiten recursos a la sociedad para pagar empleos que no son eficientes y no generan valor”, afirmó Reiss.

“Hay que tener presente que se necesitan más recursos para lo que es salud, la educación y seguridad, que creemos que son los servicios básicos que tienen que mejorar y deben ser públicos. Pero hay que tener responsabilidad y ha crecido más el empleo público que en otras provincias, lo que demuestra que venimos hace muchos años con un peso del sector público que no es acorde y no hace que sea un peso que no libere la potencialidad que tiene el sector privado para crecer”, aseguró.

Luego recalcó que “el cepo para una economía de un país es como tener una mochila con plomo y adentro del agua. Uno tiene que estar pataleando para poder subsistir y que lentamente se va hundiendo, que es lo que hemos estado viendo en los últimos años con el cepo, que a las empresas les costaba más generar trabajo, poder subsistir”.

La mirada en el sector automotriz

Sobre el sector automotriz, tema en el que es uno de los más especializados Reiss, mencionó: “El mercado automotor arrancó un primer trimestre muy bueno con respecto a lo que fue el primer trimestre del año anterior, que fue desastroso. Pero el primer trimestre en Entre Ríos, el patentamiento creció un 100%”. Asimismo, resaltó que “lo importante es que lo proyectado este año es que después de pasar seis años donde se vendieron en el país y en Entre Ríos, sucedió lo mismo: la mitad de las unidades que se vendían en la Argentina, de 800 mil unidades anuales durante ocho años, los últimos seis –con pandemia de por medio- bajó a 400 mil. Este año se proyecta, si se mantienen estas condiciones, un crecimiento del 40% y podría llegar a 580.000 o 600.000 unidades”.

“Los principales motores o la explicación es la estabilidad. En los últimos meses, el aumento de precio de las unidades ha ido de la mano con lo que ha sido la inflación. Venía en un sendero de baja. En marzo vino un pequeño repunte de 3,7%, pero los aumentos venían de dos o dos y medio mensual. Eso generó estabilidad y genera confianza en la gente. Se anima a sacar créditos. Los créditos crecieron exponencialmente, se multiplicaron por diez porque la gente se animó”, agregó.

“Lo que nosotros vivíamos y vivimos en los últimos años, era una economía que no tenía dólares, que había cepo y que estaba cerrada. Las importaciones eran muy limitadas. Esa caída de 800 mil unidades que se vendían en Argentina y bajó a la mitad también fue producto de que las fábricas y los importadores no podían traer autos a la Argentina porque no disponían de dólares para comprar y el Gobierno no los proveía. Eso hizo que se baje la cantidad de unidades y que los potenciales clientes tuvieran mucho menos mercadería y mucho menos posibilidades de elección”, comparó con lo que sucedió hace unos años.

Con la situación actual, reflexionó: “¿Cómo afecta este cupo de 50.000 unidades, que se utilizaron 31 mil hasta fin de año, con un valor de importación menor a 16 mil dólares y vehículos con tecnología híbrida o eléctrica? Eso lo que va a permitir es que la gente tenga más opciones. Creo que es muy importante y no solo en este rubro, sino en todos, que la gente y el consumidor tenga opciones”. Además, comentó que la competencia “los hace mejores, tenemos que trabajar más, pensar más, invertir más en muchos servicios. Pero es la forma ineludible para poder crecer”.

También brindó sus repercusiones sobre el comportamiento de los argentinos en el último tiempo: “Hoy la gente espera, nadie lo corre, el mes que viene sube un dos por ciento o no, quizás puede tener un rendimiento financiero donde no pierde y puede tomar una decisión con más tranquilidad, sin tener que correr y con muchas más opciones disponibles”.

“La variedad de comprar vehículos y la movilidad lo necesitan todos. Hoy la compra lo hacen profesionales, empresarios como trabajadores porque hay una variedad muy importante. Hay autos usados, depende el año –de 12, 13 y 14 millones de pesos- y un 0 km que puede empezar en $20 millones –en promedio-. El valor promedio de la cuota está en función de la cantidad de meses en el que uno saca un crédito. Hay créditos que son a tasa fija hasta en 60 meses. Una persona puede entregar su usado que vale 10 o 12 millones de pesos y comprar un vehículo de $18 o $20 millones. Entrega su vehículo, tiene $2 millones de ahorro y tiene que financiar el resto”, sostuvo sobre el poder de compra hoy en la Argentina.

El Plan Ahorro es otra de las alternativas en el mercado, donde expuso que “es una financiación variable, es una compra cuya cuota no es fija y por eso en estos momentos se da que vienen creciendo porque hay estabilidad y porque confía que el vehículo no va a crecer tanto”.

También habló de una condición que se produce en Argentina en los rubros de producción: “El producirlo acá se vende más caro que aquel producto que se exporta en otros países y se vende más barato, por la carga impositiva que tiene Argentina”.

En cuanto al sueldo que se necesita para acceder a un auto 0 km, el invitado explicó que anteriormente se podía llegar con un máximo de hasta 34-38 salarios mínimos en 2023 y ahora esa brecha se redujo a 18 sueldos promedios. También comentó que “los autos subieron un 70% cuando la inflación fue del 118%”.

En relación a la tecnología híbrida, Reiss sostuvo que “es muy aceptada, se demanda muy bien y no todas las marcas disponen de vehículos híbridos, pero se venden y los beneficios que tienen es que para el usuario es como usar un auto naftero convencional, pero con el beneficio de que consume la mitad”. Sin embargo, calificó que en Entre Ríos “es nulo” la transacción por uno de estos vehículos.