La historia parece de película, pero tiene en vilo a numerosas familias de clase media alta y alta en la ciudad de Buenos Aires. La Justicia porteña investiga una presunta estafa con pasajes aéreos –en su mayoría con destino a Europa– que ya afecta a cientos de personas. Según confirmaron fuentes oficiales, la causa penal se tramita con extrema reserva.

En los últimos días, muchos de los compradores, que abonaron los boletos en efectivo, se encontraron con la amarga sorpresa de no tener ni los tickets ni la posibilidad de recuperar el dinero. La principal apuntada por la maniobra es una mujer identificada como Karyna, madre de un exalumno de un tradicional colegio de Recoleta.

Acorralada por los reclamos de quienes no pudieron viajar en plenas vacaciones de invierno, Karyna habría sufrido un pico de estrés. Así se lo habría manifestado a algunos damnificados, a quienes atendió telefónicamente antes de cortar todo contacto. “Haría todo por devolverles el dinero”, fue la promesa que hizo, según relataron quienes lograron hablar con ella.

El origen del “negocio” y la promesa de precios bajos

Aunque en los chats se presentaba como Karyna, su nombre real es Karina María Alvarado Ríos, de nacionalidad ecuatoriana. Tampoco actuaba sola: según pudo confirmar La Nación, habría tenido como socia a Agustina B., madre de otro alumno del mismo colegio. El emprendimiento comenzó en el núcleo de madres del ámbito escolar, y los primeros viajes exitosos consolidaron la confianza y expandieron el negocio.

La propuesta parecía irresistible: según sostenía Karyna, tenía contactos con empleados de la aerolínea Iberia, entre ellos pilotos y azafatas, lo que le permitía acceder a códigos de pasajes promocionales, exclusivos para el personal. Los boletos, supuestamente, se emitían con asiento confirmado una semana antes del vuelo, aunque la reserva debía hacerse con al menos 50 días de anticipación.

Así, un pasaje valuado en 1500 dólares podía conseguirse con ella por apenas 900. Las operaciones eran completamente informales y solo se aceptaba efectivo. Los pagos se realizaban anticipadamente, ya fuera en un departamento de Recoleta o entregándolos a una mujer enviada por Karyna para tal fin.

Un sistema que parecía funcionar... hasta que colapsó

Durante varios meses, muchas personas compraron y viajaron sin inconvenientes, lo que potenció la confianza en el sistema. El boca en boca fue clave: la cantidad de clientes creció velozmente. Pero el método de operación difería drásticamente del de cualquier agencia legal: no se entregaban reservas al momento del pago y los boletos físicos llegaban solo días antes del vuelo.

Muchos aceptaron la informalidad, convencidos de que “funcionaba”. Sin embargo, hace aproximadamente un mes, todo comenzó a derrumbarse. Karyna informó que, debido a la “alta demanda”, Iberia había cancelado el código interno con el que accedía a los pasajes. Como solución, empezó a emitir tickets desde San Pablo, obligando a sus clientes a costear vuelos adicionales hacia Brasil.

Prometió que el sistema se normalizaría este mes, pero la situación empeoró. Finalmente, la semana pasada dejó de responder mensajes y llamadas, lo que encendió la alarma entre los damnificados.

El silencio, la internación y la desesperación

El rumor de su internación en un sanatorio del centro porteño por un intento de suicidio comenzó a circular entre los estafados. Muchos se dirigieron al departamento donde recibía los pagos, pero encontraron únicamente a sus hijos y a una mujer que se presentó como la niñera.

Un usuario de la red social X, @Hubertobourlon, relató: “La persona que me lo cuenta dice que fue a la casa, la atendió un hijo que supuestamente era discapacitado, lo que no le pareció y le llamó la atención que la niñera estaba trabajando en una compu”. A su vez, esa misma mujer envió un mensaje explicando su vínculo con Karyna y despegándose de cualquier responsabilidad.

“Por favor, yo trabajé un mes con Karyna, me limitaba a mandar lo que ella me pedía. (…) Yo también, al igual que cientos de personas. Lamentablemente, tuve que comprar mi pasaje pese a habérselo pagado a ella. (…) El sábado 19 de julio, Karyna tuvo un intento de suicidio. Está internada … Inconsciente por el momento y no tengo más datos”, escribió Luz, quien además ofreció colaborar en la causa si es citada por la Justicia.

Más testimonios y la figura del esquema Ponzi

El mismo usuario, conocido como “El Guiso”, fue quien expuso el caso públicamente en redes. “Me acabo de enterar de un Ponzi que acaba de explotar y clavó a mucha gente cheta y de plata. Confirmada la historia por tres lugares distintos. Mucha gente perjudicada”, publicó en X.

De los testimonios que recibió se desprende que Karyna también ofrecía vuelos de Lufthansa y paquetes all inclusive al Caribe. “Karyna me clavó a mí y a 20 pasajeros más. Aunque yo logré viajar, cuando pregunté en Ezeiza me dijeron que el pasaje lo compraron y pagaron el día anterior a viajar, que no era de empleados”, indicó otra víctima.

Además, contó que le ofrecieron sumarse al negocio revendiendo los pasajes con ganancias. “A mí hace unos meses me ofrecieron ‘la oportunidad’ de vender estos pasajes y hacer una diferencia importante (…) Me hizo ruido y no acepté. (…) Nada bueno podía salir de ahí. Es sentido común”, escribió otro usuario en la red social.

Promesas atractivas y precios demasiado buenos

Los mensajes que Karyna enviaba eran detallados y planteaban condiciones similares a las de aerolíneas formales, aunque con precios llamativamente bajos: pasajes en clase economy por 1100 dólares y business a 2500, con fecha fija, sin necesidad de disponibilidad de último momento, y con equipaje incluido.

“Pasajes en economy para usar hasta el último día de febrero 2026. (…) Muy importante: pasar fecha de viaje mínimo 50 días antes. No permite stop over en la escala”, detallaban los textos promocionales que recibían los compradores.

“Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía”, le comentó otro damnificado a @HubertoBourlon, evidenciando que algunos veían señales de alerta. Sin embargo, muchos siguieron adelante.

La causa judicial y la figura del fraude

La investigación penal está radicada en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 57, bajo el expediente N° 36862/2025. La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 58 tiene a cargo el caso, que reúne múltiples denuncias.

Las autoridades presumen que el dinero de nuevos clientes se utilizaba para costear pasajes de quienes ya habían pagado con anterioridad, lo que encajaría en el modelo de un esquema Ponzi. Cuando los ingresos disminuyeron, el sistema colapsó.

“Lamentablemente este sábado me enteré de que Karyna había intentado suicidarse y, a raíz de eso, que habíamos sido todos víctimas de una gran estafa. Ya hice la denuncia penal”, escribió @ezeARGY, señalando además que su buena reputación también fue utilizada como parte del engaño.