El 16 de junio no es una fecha más en el calendario para los hinchas de Patronato. Es una jornada que guarda recuerdos imborrables, cargados de emoción, orgullo y pasión por los colores Rojinegros. Dos momentos históricos en diferentes años se entrelazan en esta fecha para formar una identidad única: la del hincha que nunca deja de alentar, incluso en las más difíciles.
En 2008, Patronato rompió una larga sequía de 30 años sin logros nacionales. Fue en un partido decisivo ante Central Córdoba de Santiago del Estero, por el Torneo Argentino B. Aquella tarde, con el gol inolvidable de la Pulga Díaz, el Santo se impuso por 1-0 y logró el tan ansiado ascenso al Torneo Argentino A, devolviendo la esperanza a un pueblo que nunca dejó de soñar.
Un día, dos gestas inolvidables
Pero el destino tenía preparado otro capítulo épico justo cuatro años después, también un 16 de junio, en 2012. En la penúltima fecha de la B Nacional, Patronato escribió una de las páginas más resonantes de su historia: en cancha de Colón, y ante la mirada del país futbolero entero, venció por 1-0 a River Plate, con gol de Leonardo Acosta y una actuación monumental del eterno Sebastián Bértoli. Ese día, los ojos del mundo apuntaron a Paraná, y el corazón Rojinegro latió más fuerte que nunca.
La gesta ante River no solo fue una victoria futbolística: fue un acto de resistencia y dignidad deportiva, una señal de que, con trabajo y humildad, los equipos del interior también pueden hacer historia. Patronato se convirtió en símbolo de esfuerzo, y ese triunfo quedó grabado para siempre en la memoria de cada hincha.
Por estos motivos, y por todo lo que representa ser parte de esta pasión, el 16 de junio ha sido elegido como el Día del Hincha de Patronato. Una fecha para recordar, para celebrar y para seguir creyendo que con amor, esfuerzo y coraje, todo es posible.
Una identidad que trasciende el resultado
El Día del Hincha de Patronato no es solo un homenaje a las hazañas deportivas, sino un reconocimiento a la lealtad y la pasión que caracteriza a su gente. El hincha rojinegro ha sabido acompañar en las buenas, pero sobre todo en las malas, manteniendo viva la llama del club incluso en los momentos más complejos.
Este 16 de junio se recuerdan los goles, las atajadas, los abrazos y las lágrimas, pero también la certeza de que Patronato es mucho más que un club: es una forma de sentir y vivir el fútbol.
En cada bandera, en cada cántico, en cada camiseta heredada, la historia sigue escribiéndose. Porque para los hinchas de Patronato, no hay imposibles, y días como este lo confirman. (Con información de diario Uno)