Se conmemora el Día del Trasplante de Órganos y Tejidos, una fecha para reflexionar sobre la importancia de la donación y el impacto que tiene en la vida de muchas personas. En este contexto, Zulma Corradi, oriunda de Paraná, brindó su testimonio sobre lo que significó recibir un trasplante y cómo ha sido su vida después de la intervención.

"Mi trasplante se realizó en noviembre de 2003 y, gracias a Dios, todo salió bien. Era algo que esperaba con muchas ganas", relató Corradi a Elonce. Explicó que antes del trasplante estuvo tres años en hemodiálisis y atravesó diversos tratamientos mientras aguardaba un donante compatible.

Corradi destacó que en aquel momento no se sabía demasiado sobre los trasplantes y que luego, “la Ley Justina representó un avance fundamental” para la concientización y la regulación de la donación de órganos en el país.

Sobre su vida después del trasplante, contó que nunca dejó de trabajar, aunque antes de la intervención le resultaba muy difícil por sus problemas de salud. "Termine trabajando como supervisora en La Paz y me jubilé en 2018", detalló. Además, participó en maratones de trasplantados, una experiencia que describió como "muy gratificante".

En cuanto a los cuidados posteriores, mencionó que debe tomar medicamentos inmunosupresores de por vida para garantizar el funcionamiento de su riñón trasplantado.

"Seguí cuatro años esperando el trasplante y finalmente llegó", recordó. También envió un mensaje de concientización: "A cualquiera le puede pasar, hay que tener esperanza. La donación es muy importante. Es muy difícil perder a un familiar y atravesar esa situación, pero hay muchas personas que, gracias a la decisión de un donante, pueden seguir viviendo".