REDACCIÓN ELONCE
Un decreto del Poder Ejecutivo nacional generó un amplio rechazo en la comunidad teatral. La medida propone una reestructuración del Instituto Nacional del Teatro: elimina su Consejo de Dirección —integrado por representantes de todo el país— y centraliza el organismo bajo la Secretaría de Cultura. ¿Qué se pierde cuando se desmantela una estructura federal que articula con cada territorio?
En todo el país, incluso Paraná, se realizaron abrazos simbólicos en defensa del INT y para el sábado se programó una peña en la Plaza Sáenz Peña. En la capital entrerriana, teatristas y referentes culturales denuncian que esta reforma debilita una institución clave para el desarrollo del teatro independiente y el acceso a la cultura en las provincias.
El INT no sólo sostiene producciones artísticas: también equipa espacios públicos, impulsa formación y garantiza presencia teatral incluso en comunidades aisladas. ¿Es esta una amenaza a la libertad cultural conquistada durante décadas?
Daniela Osella, directora de teatro y docente, explicó en primer lugar que puede repercutir las medidas en contra del arte: “Lo más importante es que el Instituto Nacional del Teatro a partir del Decreto presidencial que se sacó la semana pasada pierde su carácter autárquico y federal. Eso es lo más importante, ergo eso pierde conocimiento del territorio, políticas culturales que respondan efectivamente a las demandas que cada territorio tiene y, por sobre todas las cosas, es que las decisiones, es decir, qué políticas se llevan adelante en vez de estar tomadas por un consejo colegiado van a ser tomadas por una única persona que está en una oficina en Buenos Aires que desconoce el teatro independiente argentino”.
Rubén Clavenzani, por su lado, arremetió que ya se observan consecuencias del decreto: “Se vienen viendo porque iba a dar un taller en Ushuaia y la persona encargada de la sala le habían cortado el gas por falta de pago porque el Instituto apoyaba y ya no distribuía los fondos de la manera en lo que venía haciendo. Matar una institución es quitarle los fondos”.
“Esa federalización y esa distribución de fondos deben estar en manos de personas que conocen la actividad, no solo artistas, gestores culturales porque el presupuesto si está en manos de alguien que no sabe a dónde va el dinero va a distribuir porque le dijeron y acá todas las personas que arribaron a la conducción en cada distrito por concurso”, destacó.
Sobre el motivo de este recorte presupuestario, resaltó: “No solo (se silencia) a voces disidentes. Lo que tiene el teatro es encuentro, el teatro es conflicto, es ponernos a pensar y discutir ideas, es reunirnos en sociedad y ponernos a preguntarnos cosas. Creo (que el problema) no es presupuestario porque si tenemos en cuenta que el presupuesto de INT es de 0,01%, es decir, un valor ínfimo y que tiene menos de 150 empleados. No estamos hablando de dinero, sino de cómo se hacen políticas culturales. Las políticas culturales, desde esta mirada, no van a ser más federales, sino que van a hacer centralizadas”. Por tal motivo, aseguró que la medida “tiene una pretensión elitista y excluyente”.
Una resistencia federal y plural
“En un encuentro demostramos que el teatro se defiende con el cuerpo puesto en la escena o en la calle para defender los derechos que no son solo nuestros, sino que son de la ciudadanía. Nos sorprendió que no éramos solo teatristas, sino que había mucho público acompañando. Eso da cuenta que el Instituto Nacional del Teatro no es para los teatristas sino que es una posibilidad de que muchas personas accedan desde los lugares más recónditos a una práctica teatral”, comentó la docente.
“El Teatro Independiente Argentino es una marca argentina. Somos la envidia, somos el faro para el teatro a nivel mundial”, afirmó Osela. Y definió su esencia: “El Teatro Independiente se nutre fundamentalmente de un trabajo colectivo, de una instancia popular que permite reflejar problemáticas de la región y de la zona”.
Frente al vaciamiento, impulsan estrategias legales y legislativas. “Se está trabajando en recursos de amparo, hablando con diputados y senadores, porque para que este decreto se erogue tiene que tener un rechazo bicameral”, señalaron.