REDACCIÓN ELONCE
La propuesta del Museo de Casa de Gobierno de Paraná, en conjunto con la Secretaría de Cultura, dio inicio al ciclo Cocina Entrerriana con Historia. Este serie busca rescatar las tradiciones culinarias entrerrianas a través de charlas y degustaciones.
En el marco del inicio del ciclo "Cocina entrerriana con historia", el Museo de Casa de Gobierno en Paraná presentó una charla sobre la gastronomía de los pueblos originarios, particularmente la cultura Chaná. La coordinadora del evento, Estela Richard, destacó la importancia de este programa como una forma de acercar a la comunidad a la rica identidad entrerriana, no solo desde su cultura, sino también desde su comida. "La cocina es parte fundamental de nuestra historia. Cuando hablamos de identidad, no se trata solo lo que vestimos o cómo hablamos, sino también de lo que comemos", expresó.
En esta ocasión, las chefs invitadas Susana Sidoruk y Quique Molina ofrecieron una degustación única: pan de arcilla, una receta ancestral que sorprendió a los asistentes. "Tiene un origen mega, perteneciente a una de las comunidades originarias menos conocidas en Entre Ríos", explicó Sidoruk. La comida que se presentó fue elaborada con ingredientes locales como maíz, zapallo y vegetales silvestres.
El misterio detrás del pan de arcilla
La chef Sidoruk explicó que la geofagia, o consumo de arcilla, no es exclusiva de la Provincia. "Pueblos originarios de todo el mundo consumían arcillas y preparaban platos similares al pan, con variaciones de sabor según los ingredientes locales", comentó. Este pan de arcilla se hizo siguiendo las referencias históricas que Sidoruk recogió de historiadores y descendientes de comunidades originarias. Para la chef, la comida ancestral es un acto de redescubrimiento, un regreso a las raíces. "Es un sabor terroso, pero muy interesante", indicó Sidoruk, quien también destacó los beneficios nutricionales que algunos creen que tiene el consumo de ciertos minerales presentes en la arcilla.
El interés por este tipo de preparaciones es creciente. Los asistentes no solo se mostraron sorprendidos por el sabor, sino también por la historia detrás de cada bocado. "Es una forma de acercarse a nuestras raíces, redescubrir la identidad entrerriana y valorar lo que nos pertenece", añadió Sidoruk.
La importancia de preservar las tradiciones culinarias
Este ciclo no solo es una forma de dar a conocer la gastronomía de Entre Ríos, sino también de preservarla para las futuras generaciones. Estela Richard, coordinadora, explicó que este tipo de iniciativas ayudan a fortalecer el sentido de identidad regional. "Es esencial que nuestras tradiciones culinarias no se pierdan, por eso estamos aquí, para transmitir ese legado", concluyó.
El público de Paraná, en su mayoría compuesto por curiosos y amantes de la cocina, ha respondido con entusiasmo. "Es increíble cómo las nuevas generaciones pueden conocer y disfrutar de la historia a través de la comida", comentó un asistente al evento. Este ciclo continuará con más charlas y degustaciones, con la promesa de seguir explorando las raíces de la gastronomía entrerriana.