

En medio del debate por la reestructuración del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), trabajadores de todo el país manifiestan preocupación por el futuro del organismo. En diálogo con Elonce, Carlos Retamar, secretario general de la sección de personal del INTA Paraná, explicó la magnitud de los cambios que podrían darse si avanza el decreto de reforma que impulsa el Poder Ejecutivo Nacional.

“En el INTA Paraná hay aproximadamente 100 trabajadores, sumando la estación experimental y las agencias, que van desde La Paz hasta Gualeguay”, indicó Retamar, al describir el alcance regional de la institución. A nivel provincial, sumando las sedes de Concepción del Uruguay y Concordia, el número total ronda los 300 empleados.
Pérdida de personal y retiro de profesionales
Según el referente gremial, la reducción de la planta viene registrándose desde hace más de un año: “Hubo retiros voluntarios, intimaciones a la jubilación, y al finalizar 2025 se habrá perdido un 16% del personal. Si lo comparamos con la planta óptima que el INTA debería tener, la pérdida sería del 23%”.
Además, mencionó que los concursos públicos han sido el mecanismo de ingreso histórico en el organismo. “Hoy todos rendimos concursos para estar en el INTA. Los únicos cargos políticos son tres: presidente, vicepresidenta y un vocal. Pero ahora quieren reformar el Consejo Directivo para incorporar más puestos políticos, y eso cambia todo”, advirtió.
Riesgo para la investigación científica
Una de las mayores preocupaciones del personal es el impacto que estos cambios podrían tener en la continuidad de investigaciones de largo plazo. “El INTA trabaja en mejoramiento genético, en nuevas variedades de semillas, y eso lleva de 8 a 10 años. Si cada gobierno impone su agenda, se va a perder todo ese trabajo acumulado”, remarcó.
Retamar aseguró que numerosos sectores productivos e incluso gobernadores de distintas provincias ya manifestaron su apoyo a la continuidad del INTA tal como se lo conoce. “Las entidades privadas están en contra de esta reforma porque saben lo que representa el INTA”, afirmó.
Fuga de talentos y vaciamiento técnico
A nivel nacional, el INTA cuenta con poco más de 6.000 empleados, aunque un decreto del año 2017 había establecido una planta ideal de 7.100 trabajadores. “Hoy estamos mil empleados por debajo de ese número y, sin embargo, nos dicen que hay sobrepoblación”, cuestionó.
En paralelo, muchos profesionales que fueron formados con recursos del Estado abandonan el organismo por mejores condiciones laborales en el sector privado. “Hubo una gran inversión en becas, maestrías y doctorados que hoy se está perdiendo. Esa gente se va porque los sueldos quedaron muy bajos”, lamentó.
“El INTA está en la mesa de todos los argentinos”
Retamar también subrayó el rol central que cumple el INTA en la vida cotidiana de los ciudadanos: “El INTA está en todo. Está en la sopita instantánea, en la hidroponia con lechuga, en las vacunas para animales, en la genética de semillas. Está en la alimentación diaria, en las producciones familiares y en la innovación tecnológica”.
Para quienes trabajan allí, sostuvo, “el INTA es nuestra casa. No se puede destruir lo que tanto tiempo costó construir. No es un instituto político, es técnico y debe seguir siéndolo”.