Cada 1º de diciembre se celebra el Día del Orfebre, en honor a San Eloy un aprendiz de platero que, por sus acciones, acabaría convirtiéndose en obispo de Noyon y de Tournay, así como patrón de los orfebres y joyeros.
Martín Cacciabue forma parte de la cuarta generación de orfebres de su familia, vive en Paraná y contó a Elonce TV cómo aprendió todo sobre este trabajo artesanal. Contó que se define como aprendiz ya que todos días va adquiriendo algún conocimiento nuevo y que todo se lo debe a su abuelo.
“El que empezó con el oficio en familia fue mi bisabuelo José Silvano Rodríguez que vivía en Viale, quien aprendió de un platero de Paraná de apellido Luero”, rememoró y agregó que fue un conocimiento que se fue trasladando durante cuatro generaciones y según afirmó Martin, espera que continúe en la familia, “esperamos que alguien siga con el legado”.
“Desde chico me gustaba mucho lo que hacía mi abuelo y lo ayudaba, también le arruinaba algunos de sus trabajos cuando estaba aprendido, pero cuándo mi abuelo comenzó a tener problemas con la vista, empecé a ir más seguido a su taller para ayudarlo, e incursionar cada vez más en el tema”, señaló Cacciabue.
“Lo que más valoro de mi abuelo es la honestidad, él falleció en el 2019 y todavía hay guardados trabajos que realizó hace muchísimos años y los clientes nunca los buscaron”, señaló y agregó que lo que más disfruta hacer es “todo lo relacionado a la platería criolla, como hebillas, bombillas y muchas cosas más”. Además, sumó que con en los últimos años por temas de costos sumó en sus trabajos cosas alpaca.
Al finalizar, detalló que tiene una vitrina donde colecciona piezas de su abuelo, bisabuelo y atesora una bombilla del año 1929.