Sociedad La obesidad es la principal causa de la hipertensión esencial

Seis de cada 10 argentinos tienen sobrepeso y 2 de cada 10, obesidad

Según una encuesta a nivel nacional, hace solo 10 años los obesos representaban el 14,6% de la población, lo que indica que en menos de 10 años esta población se incrementó en un 42,5%.

21 de Abril de 2015

La epidemia mundial de obesidad desatada en las últimas décadas mostraba en sus comienzos que los países más afectados eran los más industrializados, pero ese mapa se está haciendo cada vez más homogéneo, y son muchos los países en vías de desarrollo que ya se enfrentan con este problema.

En sintonía con esta tendencia, un análisis interno de un país

como Argentina indica que el porcentaje de personas con sobrepeso

en los centros urbanos comienza a ser similar al de regiones menos

pobladas e industrializadas como son la Patagonia, el Litoral o el

Noroeste (NOA).

A nivel general, y según datos de la 3° Encuesta Nacional de

Factores de Riesgo dados a conocer el año pasado por el Ministerio

de Salud de la Nación, 6 de cada 10 argentinos tienen sobrepeso y

2 de cada 10, obesidad.

Este último dato es aún más preocupante, si se tiene en cuenta

que hace solo 10 años los obesos representaban el 14,6% de la

población, lo que indica que en menos de 10 años esta población se

incrementó en un 42,5%.

"La obesidad o ganancia excesiva de peso es la principal causa

de la hipertensión esencial, y representa quizás hasta un 65 o 75

por ciento del riesgo cardiovascular", sostuvo John Hall, médico

investigador del Departamento de Fisiología y Biofísica del Centro

Médico de la Universidad de Mississippi.

De esta manera, Hall adelantó parte de lo que será su

presentación en el XXII Congreso Argentino de Hipertensión

Arterial, que se realizará en el hotel Sheraton de San Miguel de

Tucumán entre el 23 y el 25 de abril próximos, organizado por la

Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA).

La hipertensión arterial (HTA) además de ser la causa principal

de ACV, de demencias vasculares y de enfermedad renal crónica,

está presente en el 80% de los casos de muerte por enfermedad

cardiovascular, y afecta, según la propia encuesta del Ministerio

de Salud, al 34% de los argentinos.

La mayoría de los pacientes hipertensos tienen obesidad o

sobrepeso, lo que conlleva además otros factores de riesgo.

"El incremento mundial de obesidad, diabetes, insuficiencia

renal, alteraciones todas relacionadas entre sí, son un problema

grave a nivel mundial y en nuestro país son causa del incremento

de hemodiálisis y trasplantes renales, algo poco conocido a nivel

de la población; y el control de la presión arterial está en el

centro de esa problemática", comentó Alejo Grosse, presidente del

Congreso que abarcará tanto a la clínica como a la investigación,

y cuyo lema será "Normotensión: un desafío para todos".

Grosse anunció que "el problema de la obesidad va ser tratado

con dos enfoques diferentes: el fisiológico y experimental, donde

participará el Dr. Hall, y el de las formas de vida ‘tóxica’".

Según información brindada por Hall horas antes de su llegada

al país, las mencionadas cifras determinan que la Argentina ocupa

el puesto 13 entre los países del mundo con mayor prevalencia de

sobrepeso.

Junto con los EE.UU. (en el puesto 9° con más del 74% de

prevalencia), Barbados y México, son los únicos cuatro países de

América que figuran entre los 20 del mundo con más sobrepeso, y

por delante de los países europeos, de los cuales sólo figura

Grecia.

Y esto, aseguró, tendrá serias consecuencias ya que, como

sucede en su país, "la obesidad es el mayor desafío para la

economía del sistema de salud".

 

<b>Comer mejor: beneficio seguro</b>

 

"No todos los obesos son hipertensos, ni todos los que tienen

peso normal tienen siempre presión normal. Pero una alimentación

más sana para bajar de peso siempre ayuda a mejorar el control de

la presión arterial", aseguró Felipe Inserra, presidente actual de

la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA).

Inserra señaló que "tanto en quienes son hipertensos como en

los que no, y tanto en los que están medicados (porque permite

obtener mejores resultados con menos medicación) como en quienes

no lo necesitan".

De hecho, los propios médicos "recetan" una dieta con menos

grasas saturadas, menos sal, más frutas y verduras y moderada en

harinas y dulces como la parte "no farmacológica" del tratamiento.

A esto se le agregan pautas de ejercicio físico, indispensable

para la salud en general.

"Aunque a nivel estadístico es evidente la relación entre

obesidad e hipertensión, a nivel fisiológico aún no está del todo

claro el mecanismo definitivo que las asocia", explió Mónica Díaz,

miembro de la SAHA, quien se referirá a este tema durante el

Congreso.

Según la especialista, el aumento de la presión en las

personas obesas podría deberse a una reabsorción excesiva de sodio

que estimula al sistema nervioso simpático o del sistema hormonal

renina-angiotensina, o incluso podría deberse al impacto directo

de la presión intra-abdominal sobre los riñones, que regulan la

presión arterial a la vez que realizan el filtrado de la sangre.