Cada 13 de mayo, la iglesia católica conmemora el Día de la Virgen de Fátima, una de las figuras más queridas y veneradas por los fieles de todo el mundo. En Paraná, como en muchas otras localidades, se celebró la tradicional misa y procesión en honor a Nuestra Señora del Rosario de Fátima, un evento que reunió a miles de devotos.

La figura de la Virgen de Fátima es conocida por sus apariciones en 1917 en Portugal, donde transmitió tres mensajes premonitorios que fueron revelados con el tiempo, siendo el último de ellos dado a conocer por el Papa Juan Pablo II.

La procesión y la misa, realizadas en la tarde del 13 de mayo, fueron momentos de gran emoción para los habitantes de Paraná, quienes acompañaron a la Virgen en su recorrido por las calles de la ciudad. En esta ocasión, la iglesia local se llenó de fieles que, con profundo fervor, acompañaron la imagen de la Virgen en su paso. La devoción y la alegría se vivieron a flor de piel, ya que, para muchos, el Día de la Virgen de Fátima representa una ocasión única para renovar su fe y rendir homenaje a la madre de todos los cristianos.

Un mensaje de esperanza y oración

Durante la misa y procesión, las palabras de los devotos resaltaron el impacto que el mensaje de la Virgen de Fátima tiene en sus vidas cotidianas. "Me inspira su mensaje de que hay que rezar en cualquier momento del día", expresó uno de los asistentes, quien, emocionado, compartió su experiencia de ser parte de la celebración por tercera vez. A lo largo del recorrido, muchos fieles aprovecharon la oportunidad para recordar la importancia de la oración diaria, tal como la Virgen lo había pedido en sus apariciones.

"Estamos honrando a nuestra madre con mucho gozo, con mucha alegría. Hoy la comunidad se ha hecho presente. En la misa de las cuatro de la tarde hubo mucha gente", comentó una feligresa, destacando la gran participación en la misa. "El mensaje de María es que recemos todos los días el santo rosario y, si podemos hacerlo, que lo hagamos en familia", agregó, enfatizando el valor de la oración comunitaria en estos tiempos de incertidumbre.

Para muchos, este día no solo se trata de una conmemoración religiosa, sino también de un recordatorio de la importancia de la unidad familiar y la perseverancia en la fe. "Hoy tengo la suerte de llevarla a ella por tercera vez y con la bendición de que pasó por primera vez por el frente de mi casa", expresó otro de los feligreses, visiblemente emocionado por la experiencia.

Un evento que une a la comunidad

Además de la misa y la procesión, la jornada estuvo marcada por la participación activa de diferentes grupos de la comunidad. El coro de la iglesia, que animó la celebración con sus cantos, también jugó un papel fundamental en la creación de un ambiente de recogimiento y alegría. "Estuvimos en el coro animando.

Estuvimos muy felices porque la virgen llama y hay que estar. Estoy agradecida con toda la comunidad porque hay un abrazo general entre todos para que esto haya salido tan hermoso", comentó una de las integrantes del coro, quien destacó el esfuerzo colectivo para hacer de la celebración un evento memorable.

La imagen de la Virgen de Fátima fue llevada en procesión por las principales calles de la ciudad, donde cientos de personas la acompañaron en su paso. La procesión fue una muestra del profundo sentimiento religioso que une a los habitantes de Paraná, quienes, a pesar de las dificultades del día a día, se reúnen para compartir su fe y rendir homenaje a la Virgen.

Así, una vez más, el Día de la Virgen de Fátima en Paraná se convirtió en una fiesta de la fe, un recordatorio de los valores de esperanza, oración y unidad que la Virgen nos invita a cultivar todos los días del año.