Una verdadera fiesta deportiva se vive esta semana en el club Toritos de Chiclana, en la ciudad de Paraná, con el torneo tradicional. Bajo un sol radiante y con una gran convocatoria, el evento reúne a más de 100 equipos de distintos lugares y categorías.
Jugadores, cuerpos técnicos, familias y vecinos se acercan cada día a disfrutar del certamen y del clima festivo que se respira. En charla con Elonce, Alejandra Metz, presidente, expresó: "Hace unos días hermosos, no hizo tanto la ola polar de la semana pasada, así que estamos contentos”.
El evento se lleva adelante con tres canchas en funcionamiento. “Estamos en la Escuela Hogar y pudimos recuperar una cancha, así que la estamos estrenando ahora con el torneo”, explicó.
Un torneo que impulsa la vida del club
Sobre el impacto de este encuentro en la vida institucional, remarcó: “Es el resurgir del club, que estuvo tan abandonado, con este torneo que significa tanto y que le dio tanta vida a Paraná en sus años de gloria, de a poco vamos a arrancar”.
Andrea, otra de las colaboradoras, también se mostró “feliz por la convocatoria, por compartir en familia y que esto siga, porque es una fiesta para todos los que disfrutamos del fútbol infantil”.
El torneo comenzó el lunes y se extenderá hasta el sábado. Las primeras jornadas están dedicadas a las categorías mayores (2012, 2013 y 2014), mientras que desde el jueves será el turno de los más pequeños, con las categorías 2015 a 2018.
Cantina, premios y participación regional
Además del fútbol, el club ofrece un espacio gastronómico para disfrutar durante las jornadas. “Hay servicio de cantina, tortas fritas, hamburguesas, bebidas. Así que para el que quiera venir a disfrutar, hay de todo”, detallaron desde la organización.
Los partidos se desarrollan desde las 10 de la mañana hasta las 17 horas. Las finales y premiaciones para las categorías mayores están previstas para el miércoles, mientras que las más chicas tendrán su gran cierre el sábado.
“Tenemos equipos de Diamante, Sunchales, Pilar, de la región y de Paraná”, destacaron con orgullo desde la organización, que remarcó el carácter regional del encuentro.
También hubo espacio para que los verdaderos protagonistas –las y los pequeños futbolistas– cuenten su experiencia. Victoria, una de las pocas niñas participando entre varones, se mostró feliz de jugar al fútbol y contó con una sonrisa: “Mi papá y Rocío son mis profes. Juego desde los cuatro años y de 9”.