El Gobierno nacional oficializó este miércoles la desregulación del mercado de cabotaje marítimo mediante el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 340/2025, publicado en el Boletín Oficial. La iniciativa busca recuperar la competitividad del sector y revertir la crisis que atraviesa la Marina Mercante Nacional.
El decreto introduce una serie de modificaciones en las normativas vigentes. Entre los cambios más destacados se encuentran la habilitación para que buques extranjeros operen con matrícula argentina, la posibilidad para operadores locales de utilizar banderas de conveniencia, y una mayor flexibilidad en la composición de tripulaciones. También se amplía el período en el que buques internacionales pueden realizar tareas de cabotaje y se reducen las restricciones para reparar e inscribir embarcaciones.
En los considerandos del decreto, el Poder Ejecutivo argumentó que “la reforma normativa propuesta por la presente medida para adaptar el sector naval argentino a los estándares de competitividad global e integrarlo de manera más eficiente al comercio internacional resulta indispensable para sanear la situación de crisis actual en la que se encuentra la Marina Mercante Nacional”.
Medida urgente para evitar el colapso del sector
El Gobierno fundamentó la urgencia del decreto al sostener que “la urgencia de la medida se ve acreditada, en tanto persisten regímenes que por excesivos o insuficientes obstruyen el tráfico marítimo comercial y derivan en un incremento de costos significativos en ese sector”. Además, alertó sobre un “contexto en el cual la Marina Mercante Nacional corre el riesgo cierto de desaparecer”.
Según el Ejecutivo, el nuevo marco regulatorio “evitará el agudizamiento de la crisis en el sector y se generará un beneficio inmediato para la economía nacional, para el sector armatorial, para el comercio exterior y para el nivel de los fletes”.
Entre las disposiciones principales del DNU se establece el “Régimen de excepción de la Marina Mercante Nacional” y se declara como “servicio esencial la navegación por agua marítima y/o fluvial destinada al transporte comercial de personas, de mercaderías, de carga, servicios conexos y operaciones costa afuera, a través de los distintos medios que se utilicen para tal fin”.
Sturzenegger: "Rescatamos el espíritu constitucional"
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, celebró la medida a través de su cuenta de X, destacando que “el DNU 340/25 con firma de Javier Milei rescata el espíritu constitucional”, citando el artículo 26 de la Constitución Nacional que establece: “la navegación de los ríos interiores de la Nación es libre para todas las banderas, con sujeción únicamente a los reglamentos que dicte la autoridad nacional”.
Sturzenegger explicó que el decreto busca “volver a tener un cabotaje pujante” y subrayó como punto central que “lo más importante es que se permitirá el tratamiento de matrícula nacional a buques extranjeros”, agregando que “una barcaza paraguaya, por ejemplo, se podrá matricular en Argentina y operar como una nave local”.
El ministro detalló que estos buques “deberán ser tripulados por argentinos o extranjeros residentes en los términos del art. 143 de la Ley de Navegación (75% de la dotación), pero se regirán para ese contrato con las leyes de su país de origen”.
Banderas de conveniencia y cambios en las tripulaciones
En línea con esta flexibilización, se crea un régimen que permite a los operadores locales acogerse a banderas de conveniencia y contratar personal según las leyes del país bajo cuya bandera operen.
Sturzenegger también cuestionó el rol de los sindicatos en la dotación de tripulación. “La dotación del barco necesitaba un acuerdo del sindicato”, recordó, y señaló que “era común la extorsión antes de zarpar”. Con el nuevo esquema, “la dotación la elige el armador, que es quien opera la nave e invirtió en ella, eliminando sobrecostos inútiles (esto sin perjuicio de la facultad de la autoridad pública competente (PNA) de establecer la dotación mínima de seguridad)”.
Otro de los cambios destacados es la ampliación de 30 a 60 días del plazo por el cual buques internacionales pueden realizar tráfico de cabotaje. “Es insólito que ¡hoy las mercaderías de Tierra del Fuego, por ejemplo, viajan al continente en camión!”, cuestionó el funcionario.
Reparaciones más ágiles y menos trabas burocráticas
En cuanto a la estructura administrativa, el decreto también introduce mejoras en los procesos para la inscripción y baja de buques en la matrícula nacional, así como en el funcionamiento de los talleres de reparación.
Sturzenegger destacó que con estas reformas se “eliminan restricciones para el funcionamiento de talleres para hacer reparaciones, eliminando sendos cotos de caza de los que sabemos abundan en el país”.
Con este paquete de medidas, el Gobierno apunta a dinamizar un sector clave para la logística y el comercio exterior argentino, apostando a una mayor apertura, menores costos y mayor competitividad en el transporte fluvial y marítimo. (NA)