Una mezcla de entusiasmo, curiosidad y compromiso ambiental se vivió durante la Feria de Ciencias del Colegio Plaza Mayor, donde los alumnos de segundo grado presentaron un colorido proyecto titulado “Salvemos las abejas de Paraná”. La iniciativa surgió de una pregunta sencilla pero poderosa: ¿por qué ya no vemos tantas abejas?
Ciencia desde la mirada infantil
La directora del colegio, Alejandra Butus, explicó que la propuesta “buscó incentivar el método científico desde la niñez, partiendo de una inquietud real que observaron los chicos: la disminución de abejas en su entorno”. La docente a cargo, Graciela Alela, añadió que “fue nuestra primera participación en la feria y queríamos hacer algo significativo. Los chicos lo eligieron, lo investigaron y lo contaron con sus palabras”.
Durante la jornada, las familias y otros estudiantes recorrieron el aula transformada en un centro de investigación: láminas coloridas, muestras de miel, abejas de peluche y carpetas de campo daban cuenta del trabajo realizado.
Estrellita y la misión de concientizar
Pilar y Rafael, dos de los pequeños expositores, relataron con claridad cómo fue el proceso: “Hicimos un libro viajero que se llamaba Estrellita, una abeja de peluche. Íbamos poniendo con nuestras familias todo lo que averiguábamos y después lo contábamos en clase”, explicó Pilar.
También realizaron un experimento con cúrcuma e hisopos para simular cómo polinizan las abejas. Y contaron que un apicultor los visitó para compartir conocimientos: “Nos dijo que sin abejas no tendríamos frutas, verduras, flores ni miel”, resumió Rafael.
Mieles entrerrianas y conclusiones
En la exposición se exhibieron distintos tipos de miel: de girasol, monte, acacia, entre otras. “Nos dimos cuenta de que cambian de color según la flor. Eso también lo aprendimos”, comentó una de las niñas.
Como conclusión del trabajo, los estudiantes identificaron que la expansión urbana y la tala de árboles están afectando el hábitat de las abejas. “La ciudad está creciendo y corta los árboles, entonces las abejas se quedan sin lugar para vivir”, advirtieron.
Un mensaje para todos
El mensaje final que dejaron fue claro y directo: “Cuidemos a las abejas, cuidemos los árboles y las flores. Desde casa, podemos ayudar plantando más”. Entre aplausos y sonrisas, los pequeños científicos recibieron una calificación simbólica de “10” por parte de quienes visitaron su stand.