Juan Román Riquelme blanqueó este viernes, en su llegada a Miami para el Mundial de Clubes, que luego del torneo se cerrará el regreso del campeón del mundo Leandro Paredes a Boca.
Incluso, admitió que será "más importante" que el propio presidente ídolo tuvo en 2006. No quiere apurar los procesos y respetará las vacaciones del mediocampista en la misma ciudad estadounidense donde el 'Xeneize' jugará dos de sus encuentros en la fase de grupos del histórico torneo.
Pero Riquelme no viajó solo ya que lo acompañaron las flamantes incorporaciones, Malcom Braida y Marco Pellegrino, los dos refuerzos más recientes solicitados por el entrenador.
En tanto que otro nombre destacado en el viaje fue el del juvenil Mateo Mendía, quien se convirtió en una sorpresa dentro de la lista de buena fe del equipo. El defensor central venía entrenando con la Primera, no estaba inicialmente contemplado para viajar porque sufrió un desgarro, ya que ese lugar se había reservado para Leandro Paredes. Sin embargo, ante la imposibilidad de concretar -por ahora- la incorporación del campeón del mundo, el juvenil de 21 años fue incluido en la delegación y tuvo que preparar su pasaporte para sumarse al equipo.