Internacionales La pareja tenía problemas

Reconstruyen las últimas horas del pediatra que asesinó a sus hijos en Chile

Francisco Ramírez, quien se suicidó tras asesinar a sus tres hijos, tenía planificado un viaje familiar. La pareja enfrentaba dificultades. “Le regaló un anillo a ella y le manifestó que quería empezar todo de nuevo”, contó un sacerdote.

2 de Septiembre de 2012

“Era una relación como varios matrimonios, con altos y bajos”, contó ayer el sacerdote Mauricio Jacques tras el triple parricidio ocurrido en el sector Zapallar, en las afueras de Curicó. El religioso es cercano a la familia del pediatra Francisco Ramírez Alvarado (50), quien la noche del miércoles se suicidó con una pistola Beretta calibre 9 mm frente a su esposa, la contadora Pilar Merchak, tras haber asesinado -minutos antes- a sus tres hijos: Sebastián (14), Juan José (16) y José Miguel (17).

Según relató Jacques, durante el día logró conversar con la sobreviviente del triple crimen cometido por el profesional en una parcela de agrado del condominio Zapallar, en las afueras de Curicó. “Estoy acompañando a Pilar en su dolor, que es indescriptible. En el Servicio Médico Legal estaban los niños, se pudo despedir de ellos, les dedicó tiempo a cada uno”, dijo Jacques.

El crimen se registró pasadas las 20.30. El médico aprovechó que su esposa había ido de compras para matar a sus tres hijos. Luego se suicidó frente a ella.

En el sitio del suceso la policía encontró una maleta con ropa y pasajes de avión. La familia tenía programado viajar mañana rumbo a México de vacaciones, según relató el sacerdote. “El (Ramírez) le regaló un anillo a ella y le manifestó que quería empezar todo de nuevo, darse una oportunidad”, contó el sacerdote, quien confirmó que la pareja enfrentaba dificultades.

 

 

<b>Las últimas horas</b>

Ramírez era un conocido pediatra de Curicó. Tenía su consulta en el centro de la ciudad. El miércoles por la mañana no llegó a trabajar.

Según relató Pilar Merchak ayer al fiscal regional de El Maule, Mauricio Richards, y al fiscal adjunto, Miguel Gajardo, su esposo le dijo que viajaría a Santiago a visitar a su padre, de 81 años, a quien no veía seguido.

La PDI ha establecido que el médico viajó a Santiago, se reunió con su progenitor, adquirió un anillo y regresó a Curicó cerca de las 20.30 horas.

El testimonio de la sobreviviente, entregado al Ministerio Público, añade que a su regreso la pareja conversó sobre el viaje a Santiago. Luego el hombre le entregó el anillo a su esposa y le pidió que fuera a un supermercado en busca de bebidas. La mujer contó que esto le tomó unos 45 minutos. Tras esto, ambos conversaron y habrían fumado un cigarrillo en la terraza de la habitación matrimonial, ubicada en el primer piso de la vivienda. A continuación, según la policía, ambos tuvieron una discusión en la que él habría forcejeado con su esposa mientras le decía que se iba a suicidar. Entonces, se puso el cañón del arma en la boca y disparó.

Según el relato de la contadora, a continuación corrió en busca de sus hijos, pero los encontró fallecidos sobre un sofá de la sala del segundo piso. En un comienzo pensó que estaban heridos y pidió ayuda.

 

<b>Disparos</b>

El inspector de la BH Christian Fuenzalida dijo que “los disparos fueron a corta distancia. Los niños no opusieron resistencia. Se está a la espera de exámenes toxicológicos para saber si habían consumido algún tipo de medicamento”. Dos de los niños recibieron disparos en la parte posterior de la cabeza y uno en la espalda.

Los tres estaban de rodillas. “Son cinco a seis disparos que se percutaron en el segundo piso, más un séptimo que se percutó el autor de los disparos”, dijo el policía, quien agregó que en la casa se halló una gran cantidad de fármacos: “Uno lo entiende por la profesión del autor. Sin embargo se recogieron algunos para periciarlos”.

 

El fiscal Richards añadió que se indagará la situación familiar: “Hay indicios de que habría tratamientos en curso, que ambos tomaban medicamentos. Tenemos información de un médico tratante”. Pese a que no existen denuncias por violencia intrafamiliar, el fiscal dijo que “existen antecedentes de conflicto en la pareja que podría haber desencadenado los hechos”. Nicolás -un primo de la mujer dijo a TVN dijo que él tuvo conocimiento de episodios de violencia.

 

 

<b>Los tres hijos</b>

José Miguel Ramírez (17) era alumno del Colegio Monseñor Manuel Larraín de Curicó. Fue adoptado por el matrimonio y uno de sus hobbies era practicar rugby.

Juan José Ramírez (16) estudiaba en el Orchard College de Curicó. Sus compañeros y profesores lo definen como un joven solidario. Le gustaba hacer asados en su casa para compartir con sus amigos. También le gustaba el rugby.

Sebastián Ramírez (14) también era alumno del Orchard College de Curicó y, al igual que sus hermanos, le gustaba practicar rugby. Trabajaba en el diario del colegio y quería ser Presidente de la República.

 

 

<b>Colegas describen a Ramírez como una persona retraída y solitaria</b>

En 1989, Francisco Ramírez y Carolina Merchak se casaron en Curicó. Allí, entre 1988 y 1999 él trabajó en el Hospital San Juan de Dios, en donde estuvo a cargo del Comité de Infecciones Intrahospitalarias e integró el Comité de Antibióticos. Luego, trabajó de forma independiente, pero mantenía un convenio de atención con el hospital de Curicó, como parte de un equipo que atendía partos.

Graciela Molina, una de sus pacientes, asegura que el pediatra de la U. de Chile fue “una ayuda impresionante”, ya que fue el único capaz de detectar la alergia alimenticia que padece su hijo. “Era muy minucioso, un muy buen profesional”, recuerda Molina, quien agregó que muchas veces él atendió al menor incluso sin bono y que hablaba con cariño de sus hijos. “El estaba muy orgulloso de ellos”, dice.

Pero médicos que trabajaron con Ramírez lo recuerdan como alguien “retraído y solitario. Hacía la pega y se iba”, sin mantener un contacto más allá de lo profesional con compañeros y pacientes, dice un ex colega del hospital que no quiso identificarse.

Por su parte, cercanos a la familia señalan que no se le conocía ningún pasatiempo. Tampoco participaba en actividades sociales, aunque la pareja asistió durante algún tiempo a encuentros matrimoniales.

Además, reconocen la existencia de problemas en el matrimonio. “El a veces amaba y otras odiaba a su mujer. Creo, sin tener los conocimientos médicos, que tal vez era un poco bipolar. Tenía una personalidad muy llamativa”, dijo el sacerdote Mauricio Jacques. Fuente: (La Tercera).