A sus 82 años, Raphael volvió a presentarse en vivo este domingo 15 de junio en el Teatro Romano de Mérida, España, tras una ausencia de seis meses. La leyenda de la canción melódica había sido diagnosticada con un linfoma cerebral primario, una forma poco frecuente y agresiva de cáncer. En diálogo con Elonce, el neurólogo Santiago Sanfilippo explicó en qué consiste esta enfermedad, cuáles son sus síntomas y qué tratamiento se aplica.
“Lo que tuvo Raphael fue un linfoma cerebral primario, es decir, un tumor linfático de los glóbulos blancos, linfocitos, localizado en el cerebro. Primario quiere decir que se originó directamente dentro del cerebro, no por metástasis desde otra parte del cuerpo”, señaló el especialista.
Sanfilippo indicó que existen dos grandes tipos de linfoma: el Hodgkin y el no Hodgkin, siendo este último el que se le detectó al artista. “El linfoma no Hodgkin es más agresivo. Si no se trata, la sobrevida en el cerebro es de aproximadamente seis meses. Pero con quimioterapia, el 50% de los pacientes pueden vivir más de 10 años”, explicó.
Los síntomas y su localización en el cerebro
Los síntomas de este tipo de tumor varían según la zona del cerebro en la que se desarrolla. En el caso de Raphael, el primer signo fue un fuerte dolor de cabeza. “Era de tipo gravativo, como si la cabeza le tendiera a explotar. Luego tuvo disminución en la visión y trastornos en la movilidad de uno de los miembros. Todo depende de dónde esté localizado el tumor”, precisó el médico.
También explicó que no todos los pacientes presentan convulsiones, aunque es un síntoma posible en los linfomas. La disminución visual del cantante se debió a que “el tumor afectó una zona donde se entrecruzan las fibras de la retina con el lóbulo occipital, responsable de interpretar las imágenes visuales”, detalló Sanfilippo.
“Con la quimioterapia, Raphael tuvo muy buena respuesta. En algunos casos se agrega radioterapia, pero eso depende de la evolución con el tratamiento inicial”, agregó.
Diagnóstico, tratamiento y evolución
El diagnóstico se realiza mediante estudios por imágenes y, en algunos casos, se recurre a la biopsia cerebral. “Muchas veces hay que sacar una muestra del tumor para confirmar el diagnóstico. No siempre es claro desde el principio”, aclaró el neurólogo.
El especialista destacó que este tipo de linfoma se presenta con mayor frecuencia en personas mayores. “Se da más entre los 60 y 70 años, aunque el linfoma de tipo Hodgkin, menos agresivo, es más común en personas jóvenes”, comentó. En cuanto al tratamiento, explicó: “La quimioterapia reduce el tumor y, con ello, el edema perilesional, que es la inflamación alrededor del tumor. Seguramente también se usaron corticoides, inmunosupresores y tal vez anticuerpos monoclonales”.
Finalmente, Sanfilippo advirtió sobre la importancia de consultar ante síntomas inusuales:
“Cuando uno tiene un dolor de cabeza atípico o síntomas que no son habituales, debe consultar. El diagnóstico precoz es clave”.