El paro de colectivos en Paraná cumplió su cuarto día consecutivo sin servicio urbano, generando una profunda preocupación en los barrios más alejados del centro. En este contexto, la Asamblea Ciudadana convocada en Francisco de Bueno 249 se transformó en un espacio clave donde vecinos y trabajadores del transporte compartieron sus reclamos, dudas y temores frente a una situación que parece no tener resolución inmediata.

Esta diferencia salarial entre sectores de una misma empresa genera malestar interno, mientras crece la incertidumbre sobre el futuro de los puestos laborales con la llegada de una nueva empresa prestataria. “La incertidumbre de no saber si efectivamente van a seguir trabajando cuando venga la nueva empresa”, advirtió Esteban Rossi, uno de los referentes ciudadanos presentes en el encuentro.

Además, expresó dudas sobre el nuevo modelo de gestión anunciado por el municipio: “La intendenta nos manifestó que iba a ser el pago por kilómetro y no nos queda claro porque en algunos medios dicen que será por pasajero. Eso cambia el esquema y probablemente impacte en el costo del boleto”.

Vecinos del barrio El Radar: “Estamos varados”

La asamblea también recogió la voz de los vecinos del barrio El Radar, uno de los más afectados por el paro. “Hace cuatro días que estamos varados y la gente lo necesita por el tema de los enfermos, el hospital, los chicos de la escuela”, expresó una de las vecinos.

Otra vecina añadió: “Hemos pedido que entre el colectivo al barrio, eso es fundamental. Tenemos que ir al aeropuerto para tomarlo. Y además necesitamos garitas, los días de lluvia y viento la gente está a la intemperie”.

Ambas coincidieron en el costo injusto del boleto: “Te cobran como si vinieras de San Benito, cuando estás a solo unas cuadras”, criticaron. La falta de garitas, la distancia a recorrer a pie y el mal estado de las calles fueron otros de los reclamos reiterados.

Un sistema colapsado y sin respuestas claras

En medio de los rumores sobre una posible llegada de fondos nacionales para destrabar el conflicto, los referentes vecinales se mostraron cautelosos: “Eso no lo tenemos claro, son trascendidos”, indicó Rossi. Y agregó: “Ojalá algo se resuelva para que los trabajadores cobren y para que los ciudadanos podamos seguir viajando en colectivo”.

La falta de información oficial por parte del gobierno municipal y provincial alimenta la sensación de abandono entre los usuarios. “Queremos que salgan a dar la cara los responsables. Somos personas también, necesitamos salir a trabajar, llevar a los chicos a la escuela”, concluyó otro de las vecinas presentes.