Este martes 3 de junio, al cumplirse una década de la primera movilización de Ni Una Menos, cientos de personas se congregaron en Paraná para marchar contra la violencia de género. La convocatoria partió en horas de la tarde desde Plaza 1° de Mayo y culminó en Plaza Mansilla, frente a Casa de Gobierno, donde se leyó un documento elaborado por las organizaciones convocantes.

La movilización fue organizada por la Asamblea Feminista de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y No Binaries de Paraná, junto a la Asamblea Antifascista y la Multisectorial de Mujeres Entrerrianas. Bajo las consignas “10 años de lucha”, “Fuera fascismo” y “Fuera FMI”, la marcha denunció la persistencia de femicidios y otras formas de violencia machista.

En el documento leído al finalizar la marcha, las organizaciones expresaron: “A 10 años de la primera vez que salimos a las calles a gritar vivas y libres nos queremos, es necesario y urgente seguir exigiendo Ni Una Menos”. También se abordaron temas como la emergencia en violencia de género, el recorte a políticas públicas con perspectiva de género, los discursos de odio, la invisibilización de mujeres y diversidades, la cuota alimentaria, educación y salud públicas, la persecución y represión de la protesta, y el acceso al trabajo digno, la vivienda y la jubilación.

Desde 2015, año en que se realizó la primera marcha tras el femicidio de Chiara Páez, el movimiento Ni Una Menos ha visibilizado la problemática de la violencia de género en Argentina y otros países. Según datos del Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina, en 2024 se registraron 247 víctimas de violencia de género en el país, de las cuales siete ocurrieron en Entre Ríos.

La marcha en Paraná se sumó a las numerosas movilizaciones realizadas en distintas ciudades del país, en una jornada que reafirmó el compromiso colectivo por una sociedad libre de violencia machista.

Al llegar a Plaza Mansilla, se leyó un documento, que denuncia una alarmante profundización de la violencia de género y el desmantelamiento de políticas públicas en Argentina.

Los puntos principales del documento:

Violencia estructural y estatal: El texto acusa al Estado de ser cómplice de femicidios y violencias por acción u omisión, citando la eliminación de programas como el Plan ENIA, la desfinanciación de la ESI, la falta de aplicación de la Ley IVE y la baja de programas contra la violencia de género.

Críticas al sistema judicial: Denuncia la falta de capacitación con perspectiva de género, la ineficacia en la protección a víctimas y la impunidad en casos emblemáticos en Entre Ríos. Se exige la implementación real de leyes como la Ley Micaela y el nuevo régimen de protección.

Retrocesos en derechos sociales: Se señala la precarización laboral de mujeres y disidencias, la exclusión en las estadísticas, la persecución a trabajadores informales como cartoneros, y el vaciamiento de políticas de salud y discapacidad.

Ataques ideológicos y económicos: El documento relaciona el avance de la ultraderecha y del FMI con una embestida integral contra derechos conquistados. Se repudia el discurso de odio del presidente y su entorno.

Reivindicación de conquistas: Se destacan leyes y derechos obtenidos gracias a la lucha feminista (aborto legal, cupo trans, ESI, Ley Micaela, entre otras), y se reafirma la voluntad de resistir cualquier intento de retroceso.

El texto cierra con un llamado a la movilización y a la unidad de todas las luchas sociales para enfrentar el ajuste, la represión y la violencia patriarcal. Declara que Ni Una Menos es una bandera de justicia y resistencia, y que “si tocan a una, nos tocan a todas”.