Después del triunfo por 2-1 en el Superclásico disputado en el Monumental, los jugadores de River Plate celebraron en el césped junto a su hinchada y desataron la euforia con el clásico cántico "un minuto de silencio para Boca que está muerto". La emoción por la victoria fue compartida con los miles de fanáticos presentes, quienes no dejaron de alentar a su equipo.
Al sonar el pitazo final de Nicolás Ramírez, jugadores, cuerpo técnico y hinchas de River se unieron en un festejo que combinó alegría y desahogo. El tradicional "minuto de silencio" fue el primer cántico en la celebración, y rápidamente se sucedieron otros dedicados al rival de siempre. La jornada dejó a los dirigidos por Martín Demichelis con una gran alegría, que no solo fue por el resultado, sino por el gran rendimiento colectivo.
Una de las grandes figuras de la jornada fue Franco Mastantuono, el joven de 17 años que no solo marcó un golazo, sino que también se encargó de manejar los hilos del equipo durante el Superclásico. El Monumental, colmado de hinchas, fue testigo de un encuentro lleno de emociones y tensión, con goles y jugadas destacadas que quedarán en la memoria de los fanáticos.
El escándalo entre Marchesín y Borja
Sin embargo, el Superclásico también ofreció un cruce tenso entre dos figuras del encuentro: Agustín Marchesín y Miguel Borja. Este incidente ocurrió después del gol de Sebastián Driussi, que significó el 2-1 parcial para River. Mientras Borja se encontraba realizando movimientos precompetitivos como suplente, Marchesín se acercó y comenzó a gritarle insultos a viva voz.