REDACCIÓN ELONCE
Este sábado dio inicio una feria de artesanos y emprendedores en la escuela Evaristo Carriego, ubicada en calle Juan Báez y avenida Ramírez de la ciudad de Paraná. La misma tenía como objetivo recaudar fondos.
La directora de la institución, Karina Santana, se mostró impresionada por la concurrencia a la feria: “Tenemos alrededor de 55 emprendedores y artesanos. Ahora está llegando gente a comprar y visitar. Durante la semana invitamos a los alumnos y sus familias para que vengan a pasar un buen momento, a escuchar música, a ver los puestos porque hay de todo para pasar una linda tarde”.
Comúnmente el establecimiento educativo realiza ferias y, para esta en particular, se estuvo trabajando en el último mes: “Queríamos innovar en algo nuevo y en varias escuelas vimos que se están haciendo escuelas de artesanos y emprendedores y dijimos ¿por qué nosotros no?”.
Miriam, vocal de la cooperadora, señaló la importancia de colaborar en equipo para poder llevar adelante los objetivos propuestos: “La gente que trabaja en la cooperadora, tanto docentes como padres que se acercan a trabajar, es una familia hermosa y hay mucho protagonismo. Estamos contentos y felices”.
“La escuela necesita insumos para los chicos, se necesita reponer vidrios”, indicó sobre algunos de los gastos que se deberán afrontar en el corto plazo con lo recaudado.
Tras la publicación en sus redes sociales, la gente comenzó a inscribirse a esta feria: “Llenaron un formulario, mandaban un mensajito a la gente y hasta hace 20 minutos se sumó el último emprendedor”.
Palabra de artesanos y emprendedores
Uno de los puestos ofrecía galletitas dulces y saladas al público. “Tenemos pastafrola de batata, dulce de leche y coco, torta bombón”, remarcó la propietaria.
Abril, otra de las jóvenes presentes en la tarde nublada en Paraná, sostuvo: “Vendo pulseras y lo que son collares. Esto lo vende mi mamá”.
“Hago todo lo que es panificación artesanal y casera. Todo lo que es prepizza, pan de hamburguesa y panes caseros”, comentó una madre. A su lado se encontraba Mía, que ofrecía al público perfumes.